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Esperanza de vida con Espondilitis Anquilosante: Lo que tienes que conocer

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¿Cansado de ir agachado por la vida? ¿Tienes pánico de que tu columna vertebral te cueste la vida? ¡Has aterrizado en el sitio indicado! Vamos a desgranar poco a poco todo lo que necesitas saber para que estés tranquilo.

Es una enfermedad crónica que afecta a la columna vertebral y espalda baja (esqueleto axial). Es característica por una inflamación continuada en las articulaciones de la zona, sobre todo en las articulaciones sacroilíacas.

La inflamación persistente genera dolor, y además lo notas mucho al despertar, por la rigidez que recae en toda la espalda.

Evoluciona de una manera suave, empieza por un dolor leve en las lumbares que poco a poco va subiendo de intensidad con el paso del tiempo, lo que provoca esta inflamación constante es que con el paso del tiempo las propias vertebras se fusionen, lo que hará que no seas capaz de hacer ciertos movimientos.

En cuanto sientas alguno de los síntomas que verás después, no dudes en ir al médico.

Espondilitis anquilosante esperanza de vida

La gente mete todas las espondilitis en un mismo saco, pero ¡no es así! dentro del grupo de la espondiloartritis existen diferentes tipos, todas tiene en común el elemento inflamatorio, la espondilitis puede afectar desde la piel y los ojos hasta la columna y parte baja de la espalda.

Saber el tipo de espondilitis que tienes es fundamental, le permitirá al reumatólogo ponerte el mejor tratamiento posible para tu caso, así que muy atento:

  • Espondilitis anquilosante: De este grupo es la afección por excelencia y la más dura, afecta a las vértebras provocando dolor y perdida de movimiento de manera progresiva.
  • Artritis psoriásica axial: En este caso afecta sobre todo a las personas que padecen psoriasis, a parte de provocar lesiones en la piel, también desencadena en dolor lumbar (parte baja de la espalda) y en artritis en las articulaciones como las rodillas y las manos.
  • Espondiloartritis indiferenciada: La espondiloartritis indiferenciada es la más ambigua de todas, se cataloga como tal cuando los síntomas no cuadran con ninguno de los tipos de espondilitis, no obstante sigue existiendo dolor y rigidez en las articulaciones.
  • Artritis reactiva: La artritis reactiva se presenta tras sufrir una infección en el aparato digestivo o en el tracto urinario, causa dolor articular, lumbar y puede también afectar a piel y ojos.
  • Espondiloartritis asociada a enfermedad inflamatoria intestinal: Es la más común en pacientes que han padecido la enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa, fusiona síntomas en el aparato digestivo con síntomas comunes de las espondiloartritis.

Si crees que sufres alguno de estos tipos de espondilitis, no dudes en comunicarte con tu médico de cabecera para que te derive a reumatología.

¿Realmente afecta a la esperanza de vida? ¿He de tener miedo? Bien, la espondilitis anquilosante puede afectar muy levemente a la esperanza de vida, sobre todo en casos muy graves o no controlados.

Algunos estudios demuestran que la expectativa de vida con espondilitis anquilosante se puede reducir desde 2 años hasta 10 años si no se ha tratado bien o es un caso muy grave, no es tanto por la inflamación en las vertebras si no más bien por las enfermedades que se asocian a ella, se asocia con enfermedades cardiovasculares e infecciones en el sistema respiratorio.

Según datos de la Sociedad Española de Reumatología, entre el 0,1% y el 0,5% de la población en España sufre esta afección.

Una investigación llevada a cabo por National Data Bank for Rheumatic Diseases en EE. UU. determinó que los pacientes con EA tienen hasta un 60% más de fallecer sobre la población común sin esta afección, sobre todo si el tórax tiene rigidez o las articulaciones.

En cambio cuando el especialista de reumatología es capaz de diagnosticar la enfermedad de manera temprana y se inicia el correcto tratamiento con terapias como anti-IL-27, anti-TNF o fármacos la expectativa de vida se asemeja a la de la población común, ahora puedes ver una gráfica sobre la expectativa de vida de media en pacientes en Europa con EA:

Fuentes:
Ward MM, Mortality in patients with ankylosing spondylitis. Arthritis Rheum. 2008;59(4):541–547.
Zochling J et al., Impact of biologics on long-term outcomes in axial spondyloarthritis. Best Pract Res Clin Rheumatol.

Pese a que no se ha esclarecido un único factor diferencial por el que aparece o una única causa, hay diferentes factores que pueden influir en su aparición y son los siguientes:

Gen HLA-B27: Más de un 85% de los pacientes que sufren espondilitis anquilosante tienen el gen HLA-B27, pese a que no todo el mundo con esta enfermedad lo tienen, es un potente indicador que podrías sufrirlo en el futuro.

Sistema inmune alterado: En personas que la respuesta inmune no es eficaz podría ser un factor, en vez de atacar bacterias y virus, actúa sobre propios tejidos de las articulaciones y vertebras.

Factores Ambientales o contaminados: Pese a que la relación entre afección y causa no está esclarecido, muchos profesionales han dictaminado que el factor ambiental puede desencadenar en enfermedades gastrointestinales, y a su vez en en esta enfermedad.

Uveítis (inflamación ocular): Este punto esta relacionado con un sistema inmune alterado, al tener esta espondilitis, 

Antiinflamatorios: Un mal uso de antiinflamatorios puede complicar la progresión de la inflamación, pese a no ser un factor como tal, influye mucho en esta enfermedad.

La evolución de esta afección es lenta, entonces observar los síntomas es algo clave, según un estudio hecho por la Spondylitis Association of America (SAA) un diagnóstico tardío de esta enfermedad está entre 5 y 8 años desde que comienzan los síntomas, por eso tienes que actuar.

Ahora mira cuales son los síntomas más frecuentes:

  • Dolor lumbar crónico: Después del reposo continua el dolor, sobre todo en la mañana al despertarte, no mejora con rehabilitación.
  • Rigidez: Durante más de 45 minutos al despertarte, te sientes como el palo de una escoba, totalmente rígido y con un rango de movimiento muy limitado.
  • Fatiga: La propia inflamación de la zona vertebral, genera una fatiga crónica, si te sientes fatigado y esta fatiga no hace más que dificultar tus actividades diarias tendrás que acudir a tu médico de cabecera.
  • Episodios de uveítis: Si sientes un dolor e hinchazón en los ojos preocúpate, hasta el 42% de los pacientes con esta enfermedad lo sufren.
  • Rango de movimiento limitado: Por la fusión de las vertebras (anquilosis) tu rango de movimiento se ve muy limitado, también afecta a la postura de tu cuerpo.
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Hay factores genéticos, del sistema inmunológico y ambientales, todos ellos pueden desencadenar en esta enfermedad, un detección precoz es fundamental, sobre todo en aquellas personas más jóvenes.

Los principales factores de riesgo son: 

  • gen HLA-B27: Como te comentamos antes, este gen esta vinculado directamente a la enfermedad, en más del 88% de las personas que la sufren, pero no todas las personas con este gen la sufren, con lo cual hay más factores que verás a continuación.
  • Antecedentes familiares: Existe un componente hereditario, ten en cuenta si algún familiar de primer grado la padece, tu también podrías sufrirla en el futuro.
  • Sexo y edad: Afecta a personas de entre 18 y 40 años, sobre todo a hombres, pero ojo, también puede afectar a mujeres.
  • Infecciones previas y factores inmunitarios: Existen infecciones gastrointestinales y del tracto urinario que pueden ser desencadenantes de esta afección.
  • Factores ambientales: El tabaquismo, el estrés crónico y el no hacer deporte ni mantener una vida activa puede influir para mal y hacer que aparezca la afección mencionada.

Hay distintas opciones de tratamiento en base a como te sientas, el grado espondilitis que tengas y como respondas a un tratamiento u otro.

El objetivo principal es calmar los síntomas y mantener la calidad de vida y una buena funcionalidad vertebral.

Ayudan a reducir la inflamación y el dolor, será lo primero que te recetará el medico, medicamentos como el Naproxeno o el propio ibuprofeno reducirán la rigidez.

El objetivo principal a parte de reducir el dolor y la inflamación es mantener una correcta funcionalidad lumbar y de la espalda en general.

En caso de que la medicación anterior no funcione adecuadamente, tu médico optará por fármacos biológicos como el adalimumab o el etanercept que forman parte de los inhibidores del TNF, también te podrá dar otro tipo de inhibidores como los de IL-17 (secukinumab por ejemplo. 

Con ejercicios de movilidad y respiración conseguirás mejorar la movilidad y la rigidez de manera progresiva, sobre todo para fortalecer toda la estructura vertebral e ir minimizando dolores, mejorar la flexibilidad es fundamental.

Ejercicios de espalda espondilitis anquilosante

Pese a ser complementarios es la ultima opción, estos tratamientos son recomendados en casos avanzados, el tratamiento más común dentro de los complementarios son los ortopédicos como por ejemplo los andadores ligeros, los bastones y las fajas dorsolumbares.

No dudes ni un segundo en ponerte en manos de médicos, una de las complicaciones más comunes es la fusión vertebral junto con las fracturas vertebrales (a parte de comunes son bastante graves).

En etapas más avanzadas nos encontramos con afecciones como la insuficiencia respiratoria por afectación costal y posibles complicaciones del sistema vascular.

¿Pero cómo podemos evitar padecerla? Bien, al 100% no se puede evitar, ya que uno de sus factores más comunes es la genética, pero esto no quiere decir que todo esté perdido.

Mantén una vida activa fuera de sedentarismos, haz ejercicios de movilidad varias veces a la semana y evitarás atrofiarte como muchos conocen.

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