Estas semanas se están cobrando ciertos hábitos saludables que, quizá alguno no realizaba pero, que sin duda, ahora menos todavía. Es de gran importancia intentar mantener cierta rutina y, sobre todo, cuidar la salud más de lo que lo hacíamos antes.
En este artículo os mostraremos cómo en tan solo 4 hábitos, se puede llevar la cuarentena de manera más sana.
1. Dieta saludable
La primera clave es una alimentación variada y equilibrada. La Organización Mundial de la Salud declara que “una dieta saludable ayuda a protegernos de enfermedades no transmisibles, entre ellas la diabetes, las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares y el cáncer”.
H. Felan, en un artículo publicado a principios del 2020, recomienda una dieta basada en más vegetales y menos grasas. Por un lado, destaca que se ha demostrado que restringir el consumo de grasas en la dieta “ayuda a fortalecer las defensas inmunes”. Por otro lado, la dieta que contiene una buena cantidad de verdura y fruta, será alta en fibra, que ayuda a reducir el Índice de Masa Corporal y este “está relacionado con una mejor inmunidad”.
Estas últimas semanas de estar en casa, se tiene más la tentación de excederse con la comida. Por este motivo, Kubala, en la revista Healthline, advierte que puede haber muchos motivos por los que se coma en exceso, como por ejemplo por estrés o aburrimiento. Así que es conveniente identificar por qué se está comiendo, si es por hambre o porque no se tiene otra cosa que hacer.
De la misma manera, Kubala aconseja organizar y mantener un horario de comidas saludable. Una buena forma de conseguirlo y no caer en excesos es, antes de ir a la compra, organizar lo que se va a comer y comprarlo. De esta forma, se evita comprar más de lo necesario.
El Ministerio de Consumo publicó una infografía en la que hablaba de buenos hábitos, sobre todo alimenticios. En ella, se recomienda el priorizar la dieta mediterránea, evitar los productor procesados o con grandes cantidades de sal, azúcar y grasas y aprovechar el tiempo para cocinar comidas nuevas y más elaboradas
2. Calidad del sueño
Mantener una buena calidad del sueño es tan importante como llevar una dieta saludable. El Instituto del Sueño, manifiesta que la media diaria de horas de sueño es unas siete y media, aunque varía de una persona a otra.
Existen determinadas características, en cuanto a la personalidad de algunas personas, que les hace entrar en un estado de ansiedad y les dificulta poder concebir el sueño. Estas son las que tienen “mayor tendencia a la preocupación, con tendencia pesimista, perfeccionistas y exigentes…”, en definitiva, las que necesitan tenerlo todo bajo control, como señala el Instituto del Sueño.
Alguno de los consejos que da el Instituto del Sueño son: establezca unas horas concretas para ir a dormir y despertarse; elimine las siestas a lo largo del día; utilice solamente la cama y dormitorio para dormir; si después de unos 10 minutos no puede conciliar el sueño, levántese y vuelva solo cuando tenga sueño; y delimite la ingesta de alcohol y tabaco.
3. Actividad física
La Organización Mundial de la Salud señala que la inactividad física, junto con una dieta poco saludable son de los mayores riesgos para la salud.
Jiménez menciona en un artículo publicado en 2008, que “el American College of Sports Medicine (ACSM) recomienda que se practique ejercicio físico entre 3-5 días por semana”. Además, recalca que varios estudios indican como duración adecuada entre 15 y 30 minutos.
La OMS diferencia la cantidad de ejercicio a realizar dependiendo de la edad. Aconseja que, los menores de 18 años, realicen al menos 1 hora de actividad moderada-intensa y, que los mayores de edad, al menos dos horas y media de actividad moderada.
4. Salud psíquica
Jiménez destaca que “la práctica regular de ejercicio físico ha demostrado tener efectos beneficiosos sobre la salud psicológica”. De hecho, las personas que realizan ejercicio físico de forma regular, se sienten menos estresadas, más sanas y tienen mejor estado de ánimo que aquellas personas que no hacen nada de ejercicio.
De la misma manera, señala que, si se practica regularmente alguna actividad física, se mejoran también “los niveles de ansiedad y depresión e incide beneficiosamente sobre otras emociones”. Concluyendo su estudio con que, además de obtener beneficios individuales, también aporta gran valor a la sociedad, ya que si el ejercicio físico es visto como “norma social” puede ser una comunidad más sana y «llegar a disponer de un mayor capital humano”.
La OMS, en un estudio realizado en 2019, resalta que actividades como escuchar música, cantar, leer, ver obras de teatro y visitar museos, en esta ocasión de forma online, son beneficiosas para la salud mental y para la física. Influyen en la calidad del sueño, en el aumento de los niveles de concentración y de memoria y conllevan a una mejora del bienestar en general.
En definitiva, simplemente combinando estos 4 hábitos saludables y aplicándolos a la rutina diaria, se consigue una mejora en todos los ámbitos de la vida. Como decía Mahatma Gandhi “la salud es la riqueza real”.
Fuentes:
Felan, H. (2020): Alimentos que nos ayudan a protegernos del COVID-19. Obtenido en https://hectorfelan.com/alimentos-para-estimular-el-sistema-inmune/.
Instituto del Sueño (2020): Insomnio. Obtenido en https://www.iis.es/causas-problemas-combatir-el-insomnio-tratamiento-sintomas/.
Jiménez, M. G., et al. (2008): Bienestar psicológico y hábitos saludables: ¿están asociados a la práctica de ejercicio físico? Obtenido en https://www.redalyc.org/pdf/337/33780113.pdf.
Kubala, J. (2020): 13 Way to Prevent Stress Eating When You’re Stuck at Home. Obtenido en https://www.healthline.com/nutrition/ways-to-prevent-stress-eating-when-youre-stuck-at-home?slot_pos=article_5&utm_source=Sailthru%20Email&utm_medium=Email&utm_campaign=authoritynutrition&utm_content=2020-04-06&apid=34240856
Organización Mundial de la Salud (2018): Alimentación Sana. Obtenido en https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/healthy-diet.
Organización Mundial de la Salud (2019): ¿Cuál es la evidencia sobre el papel de las artes en la mejora de la salud y el bienestar? Una revisión de alcance. Obtenido en https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/329834/9789289054553-eng.pdf
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