Del 1 al 7 de agosto se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna, considerada por la Organización Mundial de la Salud como la mejor manera de “proporcionar al recién nacido los nutrientes que necesita” (OMS, 2016).
En este artículo trataremos qué beneficios supone, qué tipos existen y una serie de consejos para llevarla a cabo.
Beneficios de la lactancia materna
La lactancia materna es de las maneras más eficaces para asegurar la supervivencia y salud de millones de niños en todo el mundo, según la OMS (2017). De hecho, afirman que, si todos los niños fueran amamantados hasta los seis meses mínimo, al año se podrían salvar más de 800.000 vidas infantiles.
Ahora se deben hacer dos subapartados, por un lado, los beneficios que tiene para la madre y, por el otro, los que tiene para el bebé.
Beneficios de la lactancia materna para la madre
Para las madres, la lactancia reduce “el riesgo de cáncer de mama y de ovario, diabetes de tipo 2 y depresión postparto” (OMS, 2017). Además, se liberan hormonas como la prolactina o la oxitocina que producen una sensación de relajación y calma, además de promover un fuerte vínculo entre madre e hijo (Academia Americana de Pediatría, 2016).
Asimismo, dar de mamar ayuda a perder el peso ganado durante el embarazo (Novillo-Luzuriaga, Robles-Amaya y Calderón-Cisneros, 2019). Y, de acuerdo con la Academia Americana de Pediatría (2016), las madres que deciden amamantar se recuperan más rápido del parto. Esto se debe a que la oxitocina, ayuda al útero a volver a su tamaño normal en menos tiempo y reduce el sangrado post-parto.
Beneficios de la lactancia materna para el bebé
La leche materna presenta grandes beneficios para el lactante debido a que “contiene anticuerpos que ayudan a protegerles de enfermedades frecuentes como la diarrea y la neumonía” (OMS, 2017). También les ayuda a fortalecer su sistema inmunológico y a su correcto desarrollo psicomotor (Novillo-Luzuriaga, Robles-Amaya y Calderón-Cisneros, 2019). Y reduce la mortalidad infantil en un 13% en todo el mundo y reduce el riesgo de muerte súbita en un 36% (Brahm y Valdés, 2017).
Estos beneficios llegan hasta la adolescencia e, incluso, hasta la edad adulta. Según la OMS (2017), aquellos que han sido amamantados tienen una tendencia menor a sufrir diabetes de tipo 2, sobrepeso u obesidad. Igualmente, disminuye el riesgo de leucemia, de enfermedad celíaca, de enfermedades cardiovasculares y de enfermedades inflamatorias intestinales (Brahm y Valdés, 2017). Además, influye positivamente en el neurodesarrollo, ya que mejora el coeficiente intelectual y, de adultos, presentan mejores resultados en los test de inteligencia.
¿Qué tipos de lactancia materna existen?
La Federación de Asociaciones de Matronas de España divide los tipos de lactancia materna en: exclusiva, parcial y complementaria (Cabedo, et al., 2019).
- La lactancia exclusiva consiste en que la única alimentación que recibe el niño es de la leche materna, ya sea tomada directamente del pecho o que haya sido extraída previamente con un sacaleches.
- En la lactancia parcial se incorporan leches infantiles en el biberón cuando hay falta de nutrientes en la propia leche materna.
- La lactancia complementaria es la que ocurre cuando se complementa la leche materna con alimentos, como son las papillas, porque la lactancia deja de ser alimento suficiente para el pequeño. La OMS (2016) recomienda que se implemente a partir de los 6 meses.
Consejos para una buena lactancia materna
Rigourd, et al. (2015) proporcionan unas sencillas indicaciones para colocar al bebé de forma correcta para realizar las tomas.
- Debe tener la cara frente a la mama, con la parte del mentón pegada, pero con la nariz liberada para que pueda respirar.
- La cabeza, los hombros y las caderas deben estar alineadas y la cabeza debe estar en ligera extensión.
- Asimismo, toda la zona del vientre del bebé deberá estar apoyada sobre el cuerpo de la madre.
Para finalizar, cabe destacar que siempre se debe escuchar a la madre y nunca forzarla si no se siente cómoda. Es importante amamantar a demanda del bebé y seguir una alimentación equilibrada y variada, evitando por completo el tabaco o el alcohol. Asimismo, cabe señalar, para aquellas mujeres que tengan dudas, que la lactancia no deteriora las mamas y que, cuanto más se vacía la mama, esta más se rellena, no se va a quedar vacía por completo (Rigourd, et al., 2015).
Fuentes:
Academia Americana de Pediatría (2016). Los beneficios de la lactancia materna para la madre. Healthy Children. Obtenido en https://www.healthychildren.org/Spanish/ages-stages/baby/breastfeeding/Paginas/benefits-of-breastfeeding-for-mom.aspx.
Brahm, P., & Valdés, V. (2017). Beneficios de la lactancia materna y riesgos de no amamantar. Revista chilena de pediatría, 88(1), 07-14. Obtenido en https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?pid=S0370-41062017000100001&script=sci_arttext&tlng=e.
Cabedo, R., et al. (2019). Tipos de lactancia materna y factores que influyen en su abandono hasta los 6 meses. Estudio LACTEM. Matronas Profesión, 20(2), 54-61. Obtenido en https://www.federacion-matronas.org/revista/wp-content/uploads/2019/05/54-ORIGINAL-TIPOS-LACTANCIA.pdf.
Novillo-Luzuriaga, N., Robles-Amaya, J., & Calderón-Cisneros, J. (2019). Beneficios de la lactancia materna y factores asociados a la interrupción de esta práctica. Enfermeria investiga, 4(5), 29-35. Obtenido en https://revistas.uta.edu.ec/erevista/index.php/enfi/article/view/729.
OMS (2016). Semana Mundial de la Lactancia Materna. Centro de prensa. Obtenido en https://www.who.int/mediacentre/events/2016/world-breastfeeding-week/es/.
OMS (2017). 10 datos sobre la lactancia materna. Obtenido en https://www.who.int/features/factfiles/breastfeeding/es/.
Rigourd, V., et al. (2015). Consejos para la lactancia materna. EMC-Pediatría, 50(2), 1-19. Obtenido en https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S1245178915712023.
Villanueva Belsol, E. (2021). Tipo De Alimentación En El Lactante Y Formación Del Vínculo: Una Revisión Sistemática. Obtenido en http://openaccess.uoc.edu/webapps/o2/bitstream/10609/142449/6/evillanuevabTFM0122memoria.pdf.