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Esperanza de vida con un aneurisma de aorta: Descubre la realidad

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¿La presión arterial no deja de subir? ¿padeces hipertensión y piensas que tienes una tasa más alta de mortalidad?

Relájate, no saques conclusiones de primeras, mira que conducta tiene esta enfermedad y toda la información que la rodea, no siempre la rotura del aneurisma es palpable.

En hombres mayores de 65 años, representa el 1% de las muertes y es responsable de la muerte de más de 175.000 hombres en el mundo.

Presta atención y lee con tranquilidad, pero de nuevo no saques conclusiones tempranas.

Un aneurisma de aorta es una dilatación en la pared de la aorta (principal arteria de los humanos), esta estructura vascular es la encargada de trasportar sangre desde el corazón hacia otros órganos, cuando la pared de esta arteria se debilita progresivamente se expande como un globo y es muy peligroso.

Generalmente cuando pierde su estructura por culpa de la genética, factores degenerativos u otros puede desencadenar en un aneurisma aórtico, esta enfermedad en fases iniciales pasa desapercibida y tiene un riesgo muy elevado de romperse si no se le pone solución a tiempo, sobre todo en pacientes mayores o personas que sufren hipertensión arterial.

Se cataloga en función de su localización, por un lado el aneurisma de aorta abdominal y por otro el torácico.

También se puede clasificar en función de su tamaño o forma, normalmente se trata de diferentes formas desde un simple seguimiento hasta una cirugía abierta o una reparación endovascular.

Aneurisma de Aorta

Te preguntarás: ¿tantos tipos existen? no, la verdad es que solo existen tres, y se clasificación por la propia localización del aneurisma, su morfología y sus cm de diámetro, esto permite esclarecer cuando debes someterte a un proceso quirúrgico o si es mejor recurrir a otras opciones como un control electivo

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Es el tipo de aneurisma más frecuente, afecta a la parte infrarrenal de la aorta, la predisposición a padecerla aumenta con el paso del tiempo, y se ve todavía más presente en la aparición de pacientes que fuman o sufren dislipemias.

Esto es un factor de riesgo para tu vida, ya que si fumas o tienes otras afecciones la degeneración progresiva en la pared arterial es cuestión de tiempo.

Esto es un factor de riesgo para tu vida, ya que si fumas o tienes otras afecciones la degeneración progresiva en la pared arterial es cuestión de tiempo.

Se encuentra en la parte ascendente o descendente de la aorta torácica, cabe mencionar que para este tipo de aneurisma sufrir hipertensión o antecedentes familiares con problemas de sangre que necesiten Sintrom por ejemplo, no debes de pasar por alto este tipo de cosas.

Normalmente al empezar el tratamiento con un control rutinario sobre la presión arterial y un seguimiento por imagen basta, pero si por alguna casualidad empieza a crecer o los síntomas se acentúan el médico podrá optar por una operación.

Según fuentes como Pubmed, es el aneurisma con menos casos, casi 6 personas por 100,000 habitantes. Es el más complicado de que aparezca por su extensión, es más grande que los otros dos casos por que afecta a las dos partes, ponerle solución a esta afección está en las manos de muy pocos cirujanos.

Esto se debe a que se necesita una intervención quirúrgica muy especializada.

Según el estudio swedvasc y publicaciones en el journal of vascular surgery, en aneurismas no rotos, la supervivencia a 5 años llega hasta el 90%, pese a lo que muchos puedan pensar un aneurisma que no ha explotado es sinónimo de vida.

Por otro lado cuando existe rotura el pronostico cambia drásticamente, del 50% al 70% muere antes de llegar a urgencias, de los que llegan a tiempo al quirófano sobrevive entre el 40% y el 50% Y la supervivencia a 5 años vista es tan solo del 30% segun annals of vascular surgery y vascular quaility initiaive.

En el caso de aneurismas toracoabdominales con rotura (son los peores) la tasa de mortalidad alcanza casi el 80% tanto en pacientes hospitalizados como si no lo estuviesen.

En la siguiente gráfica podrás ver la comparativa de la tasa de supervivencia de estos casos en cinco de los países más conocidos de Europa:

Fuentes:

https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/19185636/
https://www.jvascsurg.org/article/S0741-5214(17)32579-6/fulltext
https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(12)61490-3/fulltext
https://www.annalsofvascularsurgery.com/article/S0890-5096(18)30302-4/fulltext
https://www.vascularqualityinitiative.org/

En muchos casos, esta enfermedad avanza silenciosamente sobre todo en pacientes mayores de 70 años.

Una de las características de esta afección es que puede ser asintomática durante muchos años, se puede detectar tras una diagnostico por imagen o una complicación de la propia enfermedad como una rotura del aneurisma o disección, conocer estos síntomas es fundamental, aquí los tienes:

  • Dolor en el abdomen y espalda: Es un dolor continuo que no frena ni con reposo, es muy frecuente cuando el aneurisma aórtico crece constantemente, se puede confundir con patologías como la lumbalgia o roturas fibrilares, sobre todo si haces deporte. 
  • Sensación punzante abdominal: En personas con una delgadez clara es el síntoma más común, una sensación de pulsión en el abdomen, se debe realizar un tac o una ecografía urgente.
  • Hipotensión o síncope: Sufrir un pequeño desmayo o tener una presión arterial baja puede indicar hemorragia interna o rotura del aneurisma, este es el signo de más gravedad, por que en un 70% indica lo que te hemos dicho. Estos casos necesitan tratamiento inmediato, sea con endoprótesis o una cirugía abierta.
  • Insuficiencia respiratoria: La aorta está cerca de órganos que componen el sistema respiratorio, al hincharse comprime los bronquios, la tráquea o incluso el esófago, se debe actuar urgentemente 
  • Mareos o sensación de inestabilidad: A veces (no es lo más frecuente) el propio aneurisma afecta al flujo de sangre que llega al cerebro, generando una serie de síntomas que pueden ser comunes en personas mayores, puede ser tu padre, madre o un familiar, no lo pases por alto.
  • Cambios súbitos en la presión arterial: Cuando tienes un aneurisma y no eres consciente, (o si) se te puede disparar la presión sin que puedas darte cuenta, sobre todo en aneurismas del tórax.
Síntomas y señales de alarma

Para esta afección existen distintos tratamientos que variarán en función de la gravedad, avance, tamaño y sitio. Pero ya te avanzamos que si el diámetro es considerable no habrá otra posibilidad que recurrir a una operación, ahora te enseñamos los tratamientos:

La vigilancia médica se pone en práctica cuando el propio aneurisma tiene un tamaño inferior a 4cm y el paciente no tiene síntomas, en estos casos se hacen controles periódicos para ir haciéndole un seguimiento al crecimiento de la enfermedad.

Es la intervención quirúrgica por excelencia, si el aneurisma crece más de 0,5cm cada 6 meses se acude a este tratamiento, o si mide 5,5 cm en hombres y 5cm en mujeres también se recurre a ello, suele ir acompañado de bastantes síntomas y es como diríamos «cortar por lo sano»

Esta técnica se indica en aneurismas que superan los 5cm de diámetro, siempre y cuando la anatomía lo permita, es decir que las arterias sean accesibles entre otros.

Esta técnica es perfecta para personas mayores, ya que es un procedimiento mínimamente invasivo y la vuelta a la vida cotidiana es más rápida, por eso muchos pacientes quieren recurrir directamente.

Cuando hablamos de urgencia es cuando un paciente tiene síntomas de rotura del aneurisma que son claros o directamente se a confirmado la ruptura, en este punto no se tiene en cuenta el tamaño, se recurre a la cirugía abierta o a la reparación endovascular, dependiendo de la que este disponible en el momento.

Dependiendo del tipo de cirugía la «vuelta al cole» será más o menos exigente y más o menos larga, todo dependerá de lo mencionado. 

En  la cirugía abierta, el posoperatorio es más duro. puede haber molestias abdominales y fatiga constante durante las primeras semanas.

Algunos pacientes también experimentan alteraciones digestivas temporales o cambios en el ritmo intestinal. a largo plazo, la mayoría recupera una vida normal, pero siempre con controles médicos regulares y vigilancia del injerto.

En el caso de la reparación endovascular  la recuperación es más rápida y laxa. Muchos pacientes vuelven a su vida normal en pocos días.

Sin embargo, esta técnica necesita ciertas revisiones con angio-tac o ecografías doppler, ya que hay el riesgo de fugas (endofugas) o desplazamiento del stent.

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