Cuando experimentamos ciertos síntomas físicos generados por un pensamiento o un estado de ánimo, se pueden estar experimentando síntomas de una enfermedad psicosomática. En este artículo hablamos sobre estas enfermedades más en profundidad.
¿Qué son las enfermedades psicosomáticas?
Es una realidad que ciertas dolencias que consideramos de lo más comunes, pueden ser causadas por nuestra propia mente. Estas son denominadas enfermedades psicosomáticas. Y es que, según ciertos estudios, es usual que al menos “una de cada tres personas” que van a su médico de cabecera sea por dolores psicosomáticos (Soteras, 2016). Además, “se sabe que afectan a más del 2% de la población total mundial, sin importar el género” (Jordan Jiménez y Devia Sepúlveda, 2020).
Las enfermedades psicosomáticas son las que, de fuertes procesos emocionales como depresión, ansiedad o estrés, se derivan síntomas físicos. Simplemente es un “desequilibrio entre el cuerpo y la mente”, que provoca la disminución de las defensas y, por tanto, que seamos más vulnerables ante los agentes externos. Según Gonzáles Ramírez y Hernández (2006), “son las manifestaciones físicas del dolor mental”.
¿Qué las causan?
Cada vez que reímos, lloramos, nos cabreamos, sentimos náuseas al sufrir una mala noticia…estamos experimentando síntomas psicosomáticos, según el Instituto Superior de Estudios Psicológicos (ISEP, 2018).
De hecho, muchos factores del entorno de la persona, ya sean familiares, socioculturales, emocionales o cognitivos, interactúan entre sí y contribuyen a la aparición de un problema físico. Asimismo, si al padecer una enfermedad grave se tienen emociones principalmente negativas, estas hacen que, en algunos casos, puedan incluso agravarla (Gonzáles Ramírez y Hernández, 2006).
Las enfermedades psicosomáticas pueden aparecer debido a fuertes “cargas psicológicas como traumas, angustia o ansiedad persistentes” (Deutsches Hospital, 2021) o, incluso, debido a fobias (Jordan Jiménez y Devia Sepúlveda, 2020). Y los efectos generados más comunes pueden ir desde problemas digestivos hasta problemas respiratorios como, por ejemplo: intensos dolores de cabeza y de espalda, intestino irritable, vértigos, fatiga, dificultad al respirar y dolor general en articulaciones o músculos.
Recomendaciones para combatir las enfermedades psicosomáticas
Normalmente los tratamientos para las enfermedades psicosomáticas implican un seguimiento por psicólogos o psiquiatras, dependiendo del caso. De la misma manera, se implementan medidas en la vida cotidiana del paciente para controlar el trastorno (Guerrero, et al. 2001).
Es evidente que la mente, en concreto las emociones, son las que mandan sobre nuestro cuerpo. Se recomienda que, para prevenirlas de alguna manera, se detecte cuál es el factor que genera el estrés o la ansiedad y procurar ponerle remedio.
Una técnica que también es eficaz para la ansiedad es practicar la meditación o relajación, ya que el desconectar ayuda a la mente a despejarse y evadirse de los problemas. Practicar deportes como yoga o pilates puede ayudar, ya que se emplea música tranquila, así como movimientos lentos que favorecen la relajación.
De la misma manera, se recomienda para prevenir el estrés compartir los problemas con amigos o familiares y así anticiparse a lo que pueda llevar esa situación de agobio. Además, es de gran importancia “preservar la autoestima” para así saber a qué atenerse y combatir de manera más calmada los problemas que puedan surgir en un futuro (ISEP, 2018).
Y es que, como dice Manuel de la Peña, M.D., Ph.D. (2020), “la clave reside en dominar los propios pensamientos”.
Fuentes:
Deutsches Hospital (2021). Enfermedades psicosomáticas: cuando la mente enferma al cuerpo. Obtenido en https://www.hospitalaleman.org.ar/mujeres/enfermedades-psicosomaticas-cuando-la-mente-enferma-al-cuerpo/.
González Ramírez, M. T., & Hernández, R. L. (2006). SÍNTOMAS PSICOSOMÁTICOS Y TEORÍA TRANSACCIONAL DEL ESTRÉS. Ansiedad y estrés, 12(1). Obtenido en https://d1wqtxts1xzle7.cloudfront.net/49242773/2006_teoria_transaccional_sx.desbloqueado-with-cover-page-v2.pdf?Expires=1637328936&Signature=XfAU2YS6QvBHWZ01GmmFs0vVEMjeEaHeRG05IRoUr2dLSBnocXTOXXbViWZCwZkjAZ2tobOiQedHcp3hb4KJGkjzDzwUuPEtiR3mjPemkZCTOOmFkxr6NguCi5uLlh~hN0k51Uhbtf3kGXhiYF6SAJc5KB4WI2jr3d6NI2H-AjdkHofk3jI1t~Edr~4uFeQ5Vm9KxnzDpWP0BU7ZLTcbioWxxFNuowkRzlcb1~vto5luwgR5dNrSgpJe16PFyoYgo-iukx3~7A5dh90SoZ~K9nfu8twQXwy5k4njFZu2jcA0ouPBY8BZwfFIVSrRiEHnO4PgKtPJqW~KMoSIbV7DgQ__&Key-Pair-Id=APKAJLOHF5GGSLRBV4ZA.
Guerrero, E. S., et al. (2001). Relevancia del abordaje biopsicosocial en el diagnóstico y tratamiento de los desórdenes psicosomáticos. Psiquis, 22(3), 137-142. Obtenido en https://www.researchgate.net/profile/C-Galan-3/publication/28172049_Relevancia_del_abordaje_biopsicosocial_en_el_diagnostico_y_tratamiento_de_los_desordenes_psicosomaticos/links/55b5fe8908ae092e9655aaa7/Relevancia-del-abordaje-biopsicosocial-en-el-diagnostico-y-tratamiento-de-los-desordenes-psicosomaticos.pdf.
Instituto Superior de Estudios Psicológicos (2018). Manejar el dolor real que causan las enfermedades psicosomáticas. Obtenido en https://www.isep.es/actualidad/manejar-el-dolor-real-que-causan-las-enfermedades-psicosomaticas/.
Jordan Jiménez, J., & Devia Sepúlveda, M. (2020). Enfermedades psicosomáticas. Obtenido en https://repository.ucc.edu.co/bitstream/20.500.12494/19951/1/2020_enfermedades_psicosomaticas.pdf.
Manuel de la Peña, M.D., Ph.D. (2020). El poder de la mente. Obtenido en https://institutoeuropeo.es/articulos/blog/poder-de-la-mente/.
Soteras, A. (2016). Enfermedades psicosomáticas: reales, frecuentes, pero silenciadas. EFE Salud. Obtenido en https://www.efesalud.com/enfermedades-psicosomaticas-reales-frecuentes-pero-silenciadas/.
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