Cada 27 de octubre es el Día Mundial de la Terapia Ocupacional. Este día es escogido por la Federación Mundial de Terapia Ocupacional para crear conciencia sobre el impacto que tiene este oficio en diversos ámbitos a nivel internacional.
¿Qué es la terapia ocupacional?
De acuerdo con Mota (2008), esta disciplina está basada en el estudio de la ocupación humana. Se utiliza a modo de “instrumento de intervención para el logro de sus objetivos, siendo el básico y fundamental conseguir la independencia de la persona”. Los terapeutas ocupacionales se centran tanto en el ámbito de la rehabilitación como en el ocio y productividad del paciente.
El principal objetivo de la terapia ocupacional es preparar a las personas para que puedan participar en las actividades del día a día. Esto se logra a través de la “habilitación de los individuos” para que realicen tareas que consigan optimizar su capacidad de participación, o bien mediante la modificación de su entorno “para que éste refuerce la participación”, según la Asociación Profesional de Terapeutas Ocupacionales De Canarias (APTOCA, 2014).
En definitiva, es una técnica social y, al mismo tiempo, sanitaria que, mediante la realización de actividades terapéuticas, favorece que las personas puedan tener una mayor calidad de vida a través del logro de su independencia. De hecho, los profesionales de esta área cuentan con conocimientos socio-sanitarios dentro del mundo de la rehabilitación.
La terapia ocupacional abarca áreas más allá de la sanitaria como son el trabajo, la educación y el desarrollo social. Realmente, es todo sector que colabore en el apoyo a la participación de las personas que se encuentran una ocupación significativa. Además, su papel en la rehabilitación es importante por su “apreciación de la rehabilitación como un derecho humano”, por estar centrado en la persona, por ser su objetivo central el compromiso ocupacional y por la compresión de las complicadas relaciones entre la persona, la familia, la comunidad, el entorno y las ocupaciones (World Federation of Occupational Therapists, 2019).
En algunos casos, como sería el de una persona con problemas cerebrales o con cierta dificultad para realizar sus actividades del día a día, consiste en talleres, rutinas y normas que le ayudan a comprender mejor cómo llevar a cabo las tareas.
Sin embargo, no hay que confundirlo con el simple hecho de entretener a la persona o mantenerla distraída, la terapia ocupacional va más allá. Como hemos recalcado, su finalidad es la de conseguir la mayor autonomía del paciente ante cualquier imposibilidad, que puede ser tanto física como cognitiva o conductual.
Técnicas de terapia ocupacional
Dependiendo del tipo de enfermedad, de su estado y los síntomas de la persona hay una gran variedad de técnicas. Destacamos a continuación varias de ellas utilizadas en casos de personas con demencia (ASERHCO, 2015):
- Estimulación cognitiva. Su finalidad es la de ralentizar la enfermedad mediante actividades que fomenten el recuerdo, es decir, mediante la visualización de fotografías o vídeos de momentos importantes para esa persona. Se pueden realizar también con música en vez de medios visuales y en grupo. Este tipo de terapia se emplea “en el tratamiento no farmacológico de la enfermedad de Alzheimer” (Matilla-Mora, Martínez-Piédrola y Huete, 2016).
- Rehabilitación funcional. Consiste en la realización de ejercicios con diferente peso o circuitos para trabajar la psicomotricidad del paciente. Es común utilizar materiales extra como pelotas o globos. De esta forma, se consigue el mantenimiento de sus capacidades físicas y, por tanto, “la mayor independencia posible en estos pacientes” (Rodríguez Díaz, 2009).
- Comunicación e interacción. Esta técnica de terapia ocupacional se basa en actividades en las que se pueda participar de forma hablada para trabajar la coherencia verbal y el autoconocimiento de la persona. Va desde la observación de fotografías de lugares conocidos para el paciente o de él mismo, hasta talleres de teatro.
- Acompañamiento familiar. Su objetivo principal es “evitar sobrecargas en la familia y mejorar la rutina de cuidados”. Además, se hacen sesiones en las que se responden a las preguntas de las familias y/o cuidadores y se dan consejos sobre qué pautas seguir.
La terapia ocupacional se puede encontrar, no solo en centros de educación especial o residencias geriátricas, sino también en asociaciones, ONGs, instituciones penitenciarias, hospitales, universidades… Si no existe la posibilidad para el paciente de acudir a alguno de estos centros se puede recurrir a la atención domiciliaria.
Fuentes:
Asociación Profesional de Terapeutas Ocupacionales De Canarias (2014). ¿Qué es la Terapia Ocupacional? Obtenido en https://aptoca.org/terapia-ocupacional/que-es-la-terapia-ocupacional-2/.
ASERHCO (2019). ¿Cuáles son las técnicas de la Terapia Ocupacional para personas con demencia? Obtenido en https://www.aserhco.com/tecnicas-de-la-terapia-ocupacional/.
Matilla-Mora, R., Martínez-Piédrola, R. M., y Huete, J. F. (2016). Eficacia de la terapia ocupacional y otras terapias no farmacológicas en el deterioro cognitivo y la enfermedad de Alzheimer. Revista española de geriatría y gerontología, 51(6), 349-356. Obtenido en https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0211139X15002085.
Mota, G. R. (2008). Terapia Ocupacional en el tratamiento de las adicciones. Trastornos adictivos, 10(2), 88-97. Obtenido en https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1575097308745501.
Rodríguez Díaz, O. (2009). Rehabilitación funcional del anciano. Medisan, 13(5), 0-0. Obtenido en http://scielo.sld.cu/scielo.php?pid=S1029-30192009000500014&script=sci_arttext&tlng=en.
World Federation of Occupational Therapists (2019). POSITION STATEMENT – Occupational Therapy and Rehabilitation.
