«Solo vive el que sabe», decía Baltasar Gracián. Por ello, es necesario conocer que las cifras de presión que debemos conseguir para considerar bien controlada la hipertensión arterial no han de sobrepasar los valores de 130/80 mmHg. Las medidas óptimas serán 120/80 mmHg.
Control y seguimiento del paciente hipertenso
Oscar Wilde decía: «Estar alerta, he ahí la vida; yacer en la tranquilidad, he ahí la muerte». Este consejo es interesante ya que, una vez iniciado el tratamiento farmacológico, se recomienda un control estricto y realizar consultas médicas cada 2-4 semanas para ajustarlo hasta que se consiga una presión arterial correcta. Cuando se introduzcan cambios en el tratamiento, será conveniente revisar al paciente a las 2-3 semanas para comprobar la tolerancia y la adherencia al mismo.
Síntomas
En el siglo III d.C., el médico indio Súsruta mencionó por primera vez en sus textos síntomas que podrían ser coherentes con la hipertensión. No obstante, durante la mayor parte del tiempo el paciente hipertenso está asintomático. Cuando presenta síntomas, los más habituales son los siguientes:
- Cefaleas.
- Confusión.
- Dolor en el pecho.
- Zumbido en el oído.
- Latidos cardíacos irregulares.
- Hemorragia nasal.
- Cansancio.
- Cambios en la visión.
Si se presenta dolor de cabeza fuerte o cualquiera de los síntomas mencionados anteriormente, se debe estudiar de inmediato. Podría ser signo de complicación o de presión arterial peligrosamente alta, la denominada hipertensión maligna.
Control de la presión arterial por el paciente
Horacio afirmaba que «piensa que cada día puede ser el último». Los controles de salud son muy importantes, pero si el paciente mide su presión arterial en el domicilio puede lograr el autocontrol. Para ello se plantearán las siguientes preguntas:
- ¿Cuál fue su lectura de presión arterial más reciente?
- ¿Se ha incrementado su presión arterial recientemente?
- ¿Cuál es la presión arterial al despertarse?
- ¿Cuál es la presión arterial al acostarse?
Holter de presión arterial
El Holter es una técnica de medida de la presión arterial en la que se coloca un equipo de medición y un manguito para recoger múltiples medidas de la presión arterial durante las actividades diarias habituales, e incluso durante el sueño. La duración del registro suele ser de 24 horas y la frecuencia de las lecturas se sitúa en intervalos de unos 20 minutos. El Holter funciona con pilas, que le otorgan autonomía para 200 lecturas, aproximadamente. A las 24 o 48 horas se retira el equipo y, con ayuda de un ordenador, se procede a la lectura e interpretación de las medidas.
Crisis hipertensivas
Las crisis hipertensivas son elevaciones bruscas de la presión arterial y se producen:
- Cuando se dejan de tomar los fármacos antihipertensivos.
- Por una ingesta excesiva de sal.
- En un conflicto emocional.
- Por efectos adversos de algunos medicamentos.
- Por enfermedades subyacentes.
Prevención
Mark Twain tenía la clave: «La única forma de mantener una buena salud es comer lo que no quieres comer, beber lo que no te gusta beber y hacer lo que no prefieres hacer». En este sentido, lo primero que se debe recomendar a los hipertensos son medidas preventivas. Los cambios en el estilo de vida pueden ayudar a controlar la presión arterial alta. Algunas recomendaciones útiles para reducir la presión arterial son las siguientes:
- Perder peso: el exceso de peso agrega tensión al corazón. En algunos casos, la pérdida de peso puede ser el único tratamiento necesario.
- Disminución del consumo de alcohol: menos de 30 g al día (dos vasos de vino).
- Reducción de la ingesta de sodio: menos de 5 g de sal común al día.
- Ejercicio físico moderado aeróbico e isotónico: andar, correr, nadar, bailar, aerobic, etc. practicado de forma regular y gradual, durante 30-45 minutos al día, la mayor parte de los días de la semana.
- Consumir una dieta sana. Se recomienda disminuir la ingesta de grasas y sodio (el glutamato monosódico y el bicarbonato sódico contienen sal).
- Dieta DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension): se basa en un consumo elevado de frutas y vegetales, con disminución de la ingesta total de grasas saturadas y aumento del consumo de pescado.