«El mejor afrodisíaco es el apetito de un cuerpo lleno de sueños». De acuerdo con este aforismo, determinados alimentos e ingredientes estimulan nuestra imaginación. Como decía Albert Einstein: «En los momentos de crisis, solo la imaginación es más importante que el conocimiento». Con este paradigma como punto de partida, los afrodisíacos son unas sustancias naturales que incrementan el deseo sexual, la libido, o intensifica el placer. A pesar de las escasas evidencias científicas existentes, a lo largo de la historia algunas comidas, bebidas y comportamientos han logrado celebridad como elementos para lograr un amor más placentero.
Afrodita: el poder de la belleza y el amor
La auténtica musa de la inspiración es Afrodita, diosa griega de la belleza y del poder del amor, divinidad relacionada con la fecundidad y la energía primaveral. El término afrodisíaco se deriva de su nombre y, generalmente, se relaciona con experiencias olfativas y táctiles relacionadas con la comida y la gastronomía, así como con imágenes inductoras de la imaginación libidinosa. Afrodita, la diosa del amor, ha marcado nuestro rumbo, como queda muy bien reflejado en el cuadro de Botticelli «El nacimiento de Venus», su nombre romano.
El poder de los afrodisíacos
Los símbolos del placer
El rey Salomón, casado con la reina de Saba, tenía un hechicero llamado Belial que le preparaba pócimas afrodisíacas para visitar a sus 300 concubinas. En este mismo sentido, en las salas de reunión de los romanos se rendía culto al placer, la embriaguez y la exaltación de la lujuria, simbolizados por las uvas, en una costumbre cuyo máximo exponente fue Calígula, el cruel emperador. El poder metaforizante del placer humano ha recurrido siempre a la fruta para expresar el pecado, porque la fruta levanta pasiones: desde la leyenda bíblica donde se narra la manzana mordida por Adán y Eva, hasta la granada y el membrillo, como las frutas simbólicas de la diosa del amor, que aparecen mencionadas como ingredientes imprescindibles en numerosos relatos amorosos. Estos relatos contienen un elemento común: la fruta es el pecado.
Otra historia fascinante se remonta a los tiempos en que los vikingos invadieron la Galia en el año 844. Eran grandes bebedores y sustituyeron el vino que los adormecía por la cerveza que los estimulaba. Es bien sabido que el consumo moderado de alcohol provoca desinhibición y es un estimulante, mientras que su abuso inflige un daño severo en la salud, además de múltiples disfunciones, entre ellas varias de tipo sexual.
Estimular el sentido del bienestar emocional
Aun con las reservas científicas, parece demostrado que un almuerzo o una cena en un ambiente agradable y romántico en buena compañía produce una sensación de euforia que eleva el sentido del bienestar emocional. Los alimentos afrodisíacos son ideales para estimular nuestros sentimientos más íntimos, sobre todo si se acompañan de una música romántica y relajante, un poco de incienso y velas aromáticas. Las sensaciones agradables nos llegan por cualquiera de los sentidos: el oído, el tacto, el gusto, el olfato o la vista. La estimulación es una de estas sensaciones. Un ambiente suave y un plato bien servido acompañado de una copita de vino o champán pueden ser muy sugerentes. Además existen sustancias que ayudan a elevar la libido y a despertar las hormonas más dormidas. Ahí reside el interés de elaborar un menú especial para las noches más románticas.
El secreto está en la mirada
La mirada tiene la voluntad de convertir todo lo que está a nuestro alrededor, al estimular nuestra imaginación creativa. Parece claro que los efectos se sienten más y mejor si se sabe de antemano que lo que se ha comido era afrodisíaco. Además, si está condimentado con abundancia de especias picantes que estimulan la pasión amorosa, mejor que mejor. Nuestro cerebro reconoce con eficacia estos estímulos a través de sus sistemas de recompensa.
Micronutrientes de los afrodisíacos
Los alimentos afrodisíacos contienen vitaminas, minerales, aminoácidos, oligoelementos y otras sustancias que aportan energía y vitalidad al organismo. Sin embargo, deben ir acompañados de una disposición anímica que propicie una gratificante intimidad en el amor.
El comportamiento afrodisíaco de un alimento podría deberse a la influencia de micronutrientes incluidos en su composición, es decir, sustancias utilizadas para incrementar el deseo sexual, que representa la primera de las cuatro fases de la respuesta sexual humana. El deseo sexual incorpora un importante componente psicológico y es inducido por la hormona testosterona. Desde la antigüedad, tanto el hombre como la mujer han recurrido a preparados naturales, entre ellos plantas, frutas y vegetales, para acrecentar el placer. Los efectos afrodisíacos de estos alimentos podría ser resultado de una composición química y nutrimental diferente de la de aquellos en los que el efecto se encuentra ausente.
Se ha explorado también la posibilidad de que algunos de los alimentos afrodisíacos puedan representar fuentes de dopamina, que es un neurotransmisor catecolaminérgico del sistema nervioso central. Este neurotransmisor participa en la regulación de funciones tan diversas como la comunicación neuroendocrina, la conducta motora, la emotividad y la afectividad. Es decir, puede regular la conducta sexual y se sintetiza a partir del aminoácido tirosina. Otros aminoácidos, como la fenilalanina, la arginina, el triptófano y la histidina, junto con vitaminas como la E, la C y la niacina y minerales como el zinc, pueden influir sobre la respuesta sexual humana.
Por lo general, cuando se consume un afrodisíaco no es solo para aumentar el deseo, sino también para obtener una buena respuesta sexual. No obstante, todo alimento positivo para la salud lo será también para la respuesta sexual. Este criterio se basa en el hecho constatado de que si un individuo no se alimenta de forma saludable podría llegar a padecer enfermedades crónicas y degenerativas con un posible efecto en la actividad sexual. Así, la acción afrodisíaca del alimento podría responder en realidad a un mero efecto placebo. Es probable que los alimentos afrodisíacos se distingan de otros no considerados como tales por un mayor contenido de micronutrientes, como la vitamina E, la niacina y el zinc.
También podrían contribuir a la respuesta sexual humana estimulantes como la teobromina (presente en el té y el chocolate) y la cafeína (contenida en el café), históricamente responsables del efecto de tales infusiones en la actividad intelectual y física del ser humano. Es probable que estos nutrientes influyan en el estado afectivo de la persona, a la que predisponen para el desempeño sexual.
Ostras
Los romanos popularizaron el consumo de las ostras y las convirtieron en un manjar imprescindible en sus bacanales. Los celtas las comían con verdadera pasión y el célebre Casanova tomaba 50 ostras al día, como un elemento de sus artes de seducción. Estos moluscos son ricos en dopamina y en omega-3. Sus cualidades afrodisíacas se atribuyen a su alto contenido en zinc, ácido aspártico y aspartato, un componente vital en la producción de testosterona.
Mariscos
Los mariscos se valoran como el alimento afrodisíaco por excelencia. Mejoran la libido y la producción de esperma y están considerados entre los más potentes de estos ingredientes, quizá porque de la espuma del mar nació Afrodita.
Contienen grandes cantidades de zinc, calcio y magnesio necesarios para la contracción muscular que ayuda a regular el impulso sexual. También son ricos en fenilalanina, un aminoácido que ayuda a regular el estado de ánimo. Entre los mariscos más típicos se encuentran las vieiras, las gambas, los camarones, las almejas, los langostinos y la langosta.
Pescados
Según la cultura irlandesa, el arenque es uno de los principales afrodisíacos, además de ser un gran reconstituyente. El salmón tiene un gran poder estimulante de la libido por su alto contenido en proteínas de alta calidad y, además, es rico en omega-3; por lo tanto, es cardiosaludable. El caviar (huevas de esturión) posee un alto contenido proteico y es un estimulante del instinto sexual. Almejas, boquerones, berberechos y mejillones son altamente estimulantes de los sentidos. La aleta de tiburón, plato típico de la comida china, esconde uno de los secretos de la alta fecundidad asiática.
Miel
En la antigua Persia, las parejas bebían aguamiel cada día durante el primer mes de casarse. De ahí viene la expresión «luna de miel». De hecho, en algunas civilizaciones era costumbre regalar a las amantes jarras rebosantes de miel para que sus primeros pasos amorosos estuvieran coronados por el éxito.
La miel es el mayor productor de hormonas sexuales, debido a su alto contenido en vitamina B y C. Incluso Hipócrates recomendaba los dulces hechos con este ingrediente, y el célebre médico árabe Avicena la recomendaba, en la Edad Media, contra la impotencia. Conocida como néctar de Afrodita, es además un poderoso reconstituyente.
Chocolate negro
Los aztecas tomaban en sus ceremonias una infusión de semillas de cacao y ajíes (chiles) que les proporcionaba una gran energía por el contenido de feniletilamida y teobromina. Estas dos xantinas son muy estimulantes y combaten la fatiga, mejoran la circulación sanguínea, revitalizan el sistema nervioso central y elevan el rendimiento sexual. Cuanto más negro sea el chocolate mejor será el resultado. Los flavonoides del cacao ayudan a producir óxido nítrico, un compuesto químico que ayuda a relajar los músculos vasculares del pene y mejora el flujo sanguíneo y, por tanto, la erección.
Almendras
Sansón cortejaba a Dalila con estos exquisitos frutos por su poder afrodisíaco. Las almendras son ricas en grasas esenciales que regulan las prostaglandinas, vitales para la producción de hormonas sexuales y que, además reducen el colesterol. También contienen vitamina E (un gran antioxidante), magnesio y fibra. El aroma de las almendras despierta pasión, hasta tal punto que Alejandro Dumas, autor de El conde de Montecristo, cenaba sopa de almendras cada noche antes de acostarse con su amante.
Sandía
La sandía posee un alto contenido en citrulina y arginina, que disparan la producción de óxido nítrico, un compuesto relajante de los vasos sanguíneos del organismo y mejora la función eréctil. Asimismo, es una gran fuente de licopeno, muy beneficioso para el corazón y la próstata.
Chile
Moctezuma usaba el chile como ingrediente clave en su visita diaria a sus concubinas. La capsaicina es responsable del carácter picante del chile y dispara la liberación de endorfinas cerebrales que hacen sentir cierta euforia y favorecen la excitación, al provocar un «subidón» del estado de ánimo. El calor que genera el chile calienta el cuerpo desde dentro hacia el exterior.
Plátano
El plátano se considera un afrodisíaco por su poder energético y porque, además, es un símbolo fálico por excelencia. Contiene bufotenina, que mejora el estado de ánimo, la confianza y el impulso sexual.
Aguacate
En las cortes de los incas, los aztecas y los mayas, el aguacate era una fruta energética muy utilizada por su valor como estimulante de la libido. Este fruto es rico en nutrientes, ácidos grasos omega-3 y ácido oleico, vitaminas E, B3, B6, B12, D y C, ácido fólico, niacina, biotina, fósforo, magnesio y potasio. Su consumo mejora los niveles de colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL). Los mexicanos consumen el aguacate en un sabroso plato llamado guacamole.
Espárragos
Despiertan la lujuria, hasta el punto que, en Francia en el siglo XIX, en las cenas nupciales se servían a los novios tres platos que estimulaban la libido, según testimonio de Nicholas Culpeper. Además, los espárragos son una gran fuente de tiamina, ácido fólico, potasio, fibra y vitaminas B6, C y A.
Vainilla
La vainilla fue muy utilizada por Madame de Pompadour, amante del rey Luis XV, que la usaba en todo tipo de platos, porque estaba convencida de que aumentaba el flujo sanguíneo de los cuerpos cavernosos del pene. Además, el aroma y el sabor de este ingrediente estimulan la pasión.
Jengibre
El jengibre es un reconocido afrodisíaco por su capacidad de aumentar la circulación y la sensibilidad de las zonas erógenas. Existen tés con este aroma, muy ricos de sabor.
Calabaza
Las semillas de calabaza constituyen un ingrediente perfecto para momentos de pasión. Son ricas en zinc, calcio, potasio, vitaminas y minerales que influyen en la libido, como las vitaminas B, E, C, D y K.
Azafrán
Su poder como afrodisíaco viene del Antiguo Egipto y es capaz de reanimar hasta a «un muerto». El profesor Mássimo Marcome de la Universidad de Canadá ha demostrado sus efectos en la estimulación del placer, y los griegos creían que una dieta rica en azafrán volvía locas a las mujeres, como se pone de manifiesto en los textos de medicina del siglo XVII.
Ginseng
Una planta originaria de Asia, el ginseng ayuda al organismo a producir más óxido nítrico, lo cual relaja el músculo liso cavernoso y refuerza las erecciones. Los chinos y los coreanos lo toman en infusión 15 minutos antes de comenzar su relación amorosa.
Jalea Real
Es un estimulante general del organismo y sus resultados son lentos, pero prolongados.
Canela
La canela es imprescindible en las dietas afrodisíacas, capaz de estimular el deseo sexual y de aumentar la libido. Se considera uno de los mejores remedios estimulantes.
Maca
Los incas utilizaban la maca en sus rituales mágicos. Conocido como el ginseng peruano, este tubérculo contiene macamidas, unos potentes alcaloides que regulan los niveles hormonales y multiplican la energía sexual. Es muy rico en zinc y cobre, que favorecen la fertilidad al mejorar la anorgasmia.
Pasas
Tienen propiedades energizantes y contienen altas dosis de arginina, un aminoácido que aumenta la libido. En el antiguo Egipto se utilizaba un remedio afrodisíaco preparado con miel y pasas.
Higos
Los dibujos egipcios muestran a sus faraones con collares de higos alrededor del cuello. Estos frutos eran el alimento favorito de Cleopatra. Muchas culturas los asociaban con la fertilidad, y desde la antigüedad están considerados como un alimento sensual. Además, tienen alto contenido en nutrientes y fibra.
Berros
Los romanos utilizaban los berros como afrodisíacos porque estimulan la mente.
Rúcula
Muy utilizada como remedio afrodisíaco, como ya relataba el poeta Ovidio, la rúcula era una planta consagrada a la lujuria por el famoso médico romano Marcellus Empiricus, que se la recetaba a todos sus pacientes importantes. En ello seguía los principios publicados en su formulario De medicamentis empirilis, physilis, et rationabilibus. El secreto de la rúcula es su rico contenido en triptófano, un aminoácido precursor de la serotonina, neurotransmisor que interviene en el estado de ánimo.
Polen
El polen es uno de los mejores afrodisíacos por su influencia en la producción de esperma. Lo ideal es ingerirlo en ayunas en forma de granos.
Cardamomo
Los aromáticos granos del cardamomo tienen propiedades afrodisíacas y estimulantes. Este ingrediente actúa principalmente por estimulación del sistema nervioso. Contiene zinc, constituyente de las células sexuales, que aumenta la libido.
Trufa
Ya en las antiguas Grecia y Roma se consideraba que la trufa era afrodisíaca. Estimula y sensibiliza la piel cuando se toca, y emite un aroma irresistible para la persuasión femenina. Tanto la trufa blanca como la negra despiertan la lujuria y el deseo.
Horchata y chufa
Tienen propiedades afrodisíacas por su alto contenido en zinc.
Yohimbina
La yohimbina es un alcaloide que se extrae del yohimbe, un árbol que crece en el Zaire y Camerún. Contiene sustancias que aumentan el flujo sanguíneo de la zona genital, lo cual ayuda a mejorar la fuerza y la calidad de la erección y la eyaculación. Su consumo debe realizarse con precaución, por sus efectos adversos.
Hinojo
Es una planta aromática a la que se atribuye capacidad de fomentar el vigor sexual. En algunas regiones mediterráneas se considera un buen estimulante.
Mandrágora
En el Génesis, Raquel le pide a Lía que le busque mandrágora para curar su esterilidad.
Avena y cebada
La avena y la cebada poseen un alto poder energético, por lo que resultan adecuadas para el tratamiento de la falta de libido en personas que trabajan mucho, que están cansadas por la noche y tienen pocas ganas de hacer el amor. También son recomendables para personas que se fatigan fácilmente.
Lentejas
Al ser muy ricas en zinc, mejoran la libido.
Ajo
Rico en vitamina B y C, el carácter afrodisíaco del ajo se encuentra en su aceite volátil, que provoca el calentamiento del cuerpo. Aumenta la energía vital y la potencia sexual, contribuye a mejorar el flujo circulatorio en el área genital y produce un enzima responsable del mecanismo de erección.
Especias picantes
Además de su delicado aroma, las especias picantes aportan un sabor y virtudes claramente afrodisíacas. Aumentan el potencial deseo. Entre las especias estimulantes más destacadas figuran las siguientes: nuez moscada, comino, pimienta, curry, cilantro, azafrán, canela, jengibre y clavo de olor.
Cantaridina
Utilizada habitualmente por el marqués de Sade, la cantaridina, tomada en dosis moderadas, produce erecciones prolongadas en el hombre y furor uterino en la mujer.
Estimulantes que aumentan el deseo pasional
Los frutos secos de deseo, como la nuez, el pistacho, el piñón, la avellana y las almendras, son aperitivos que estimulan nuestro organismo. No obstante, dado que son algo pesados de digerir, no es aconsejable abusar de ellos.
Entre los vegetales estimulantes se encuentran: apio, cebolla, anís, pepino, anacardo, clavo, soja, diente de león, perejil, zanahorias y espárragos.
Las frutas, aunque no son afrodisíacas en sí mismas, tienen también su papel. Las más sugeridas son las uvas, la fresa, el plátano, el coco, el dátil, el arándano, el melón y el membrillo.
El placer es transformista y necesita ingredientes que estimulan la imaginación creativa. En suma, un afrodisíaco puede despertar el deseo si estimula nuestra fantasía, ya sea por sugestión, asociación o analogía.
Sustancias volátiles excitantes
Debe tenerse en cuenta que los alimentos pueden contener sustancias volátiles que, al ser absorbidas por la mucosa nasal, pudieran actuar directamente sobre el sistema nervioso central. El olfato participa de forma activa en los mecanismos de reproducción animal, lo cual podría ofrecer una explicación al posible efecto afrodisíaco de algunos alimentos. También explicaría por qué este efecto afrodisíaco se manifiesta antes de que se produzca la digestión del alimento y la absorción y posterior utilización metabólica de los nutrientes contenidos en él.
El consumo de afrodisíacos en un entorno agradable puede producir sentimientos de saciedad y plenitud que predispongan a los comensales al disfrute del placer sexual como colofón del gastronómico. Además, algunos afrodisíacos actúan por excitación de vías análogas a las sexuales. Me refiero principalmente a los perfumes y fragancias, que se encargan de excitar mágicamente puntos gatillo y otras zonas.
Disfunciones
En ningún caso tiene sentido realizar experimentos con afrodisíacos en hombres aquejados de trastornos del deseo sexual secundarios a una disfunción eréctil y que tratan de encontrar en el uso de afrodisíacos naturales la solución para el pobre desempeño sexual antes de acudir a una consulta médica especializada. Debe pensarse que detrás de las disfunciones sexuales en hombres y mujeres subyace una depresión, una fatiga o un desorden psicológico; en otras ocasiones, es el resultado de efectos adversos de algunos fármacos.
Según investigaciones realizadas en el Johns Hopkins y publicadas en el American Journal of Medicine, la disfunción eréctil está altamente relacionada con una vida sedentaria y con problemas de salud. Más del 50% de los pacientes estudiados con diabetes y el 44% con presión arterial tenían dificultades para la erección. Por ello, hacer ejercicio, comer sano y no fumar ni beber siempre ayudan a prevenir estos males y a mantener una vida sexual sana. Por raro que parezca, respetar a la pareja y entender sus necesidades favorece una vida sexual más plena.
Los anti-afrodisíacos
También abundan los alimentos que quitan las ganas de mantener relaciones placenteras. Tal es el caso de la «raíz de azucena o lirio», que los monjes y monjas comían durante la Edad Media para cumplir con sus votos de castidad. También se ha utilizado el «nenúfar blanco», una delicada flor, muy potente, que durante siglos fue el ingrediente usado por los ermitaños y anacoretas para sobrellevar el celibato.
Fórmulas pasionales
Para saber prepararse un cóctel muy refrescante hay que tener fórmulas imaginativas que, en el ensueño, no tienen límite. La única clave es conocer los ingredientes con poder afrodisíaco y saber mezclarlos, de acuerdo con los gustos personales. Todo se puede metaforizar.
En Oriente Próximo se prepara una mezcla con comino (50g), pimienta negra (50g) y miel (500ml) a la que se atribuyen propiedades afrodisíacas. El limón es muy útil en casos de impotencia sexual. La lista de afrodisíacos y sustancias relacionadas es extraordinariamente larga, y más aún su combinación de ingredientes y alimentos sofisticados que estimulen las sensaciones.
Mi cóctel favorito
Combino mi cóctel favorito como una mezcla de filosofía, historia y medicina, que me ha permitido llegar a la cúspide de la razón. Desde esta atalaya he descubierto un yacimiento de inspiración que me ha llevado a seguir los sistemas filosóficos de Aristóteles, Platón, Kant o Hipócrates, entre otros, con la única finalidad de compartir con vosotros mi visión del «poder» que todos tenemos en nuestro interior.
Manuel de la Peña, M.D., Ph.D.
afrodisíaco libido estimulante