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Esperanza de vida después de una prostatectomía radical: qué esperar tras el cáncer de próstata

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Recibir un diagnóstico de cáncer de próstata es un momento que te cambia la vida. Para muchos hombres con cáncer de próstata, la prostatectomía radical es la principal opción para localizar y extirpar el tumor antes de que avance.

Pero una vez tomada la decisión, surgen preguntas : ¿Cómo afectará a mi vida diaria? ¿Qué pasará con mi salud? ¿Y con mi vida sexual?

La esperanza de vida después de una prostatectomía radical no solo depende de los valores del PSA o del tipo de tumor, sino también de factores como el estado general del paciente y el momento en que se consigue diagnosticar el cáncer. 

Además, es normal tener dudas sobre posibles efectos secundarios como la disfunción eréctil o los cambios en el sistema urinario.

En este artículo vamos a explicarte qué puedes esperar realmente después de esta cirugía: desde el pronóstico hasta la recuperación, y la esperanza de vida que sabemos que también te preocupa.

Una prostatectomía radical es una operación que se encarga de extirpar la glándula prostática, esto incluye las vesículas seminales y parte del tejido circundante. Es 100% recomendada cuando el cáncer de próstata está localizada y no ha empezado la fase de metástasis.

Este tipo de cirugía se debe pensar bien, el objetivo principal es erradicar el tumor de raíz, muchos hombres con cáncer de próstata se decantan por esta vía, tras someterte a las pruebas que permiten localizar el cáncer.

Este tipo de intervención quirúrgica no solo frena el cáncer de forma radical, también tiene como objetivo evitar complicaciones en los huesos y el sistema urinario, es como si arrancases una planta con enfermedades de raíz, se acaba todo el problema.

Que es la prostatectomía radical

Existen distintos tipos de cirugías para darle un punto final a este tipo de tumores, pero: ¿te has parado cual te conviene más? o ¿Cuál es más eficaz? Bien, esto es lo que vamos a intentar resolverte en este punto, sabemos lo complicado que es tener que pasar por esto.

Por ello a parte de animarte y darte ese «punch» de motivación y apoyo que necesitas, nuestro deber es informarte para que entres en esta rueda muy seguro, sea para ti o tu familiar.

Volviendo a entrar en materia aquí tienes los distintos tipos de intervenciones quirúrgicas: 

Este tipo operación es la más tradicional, consiste en hacer un corte en el abdomen e incidir directamente a la zona afecta, pese a que las otras dos opciones son más novedosas, sigue siendo utilizada en la mayoría de casos.

Existen una pequeña serie de desventajas, como por ejemplo que existe un mayor dolor y sangrado y además hay un riesgo de disfunción eréctil y problemas con la incontinencia.

La prostatectomía radical laparoscópica es una técnica quirúrgica poco invasiva que se utiliza para extirpar la próstata en pacientes con cáncer de próstata localizado.

A diferencia de la cirugía abierta, este procedimiento se realiza a través de pequeñas incisiones en el abdomen, utilizando instrumentos especiales y una cámara que guía al cirujano.

Este método ha demostrado excelentes resultados en términos clínicos, especialmente en hombres menores de 75 años con buen estado general de salud.

Muchos de estos casos se detectan de forma precoz gracias a controles como el tacto rectal o el análisis de PSA, lo que permite actuar a tiempo y con menor agresividad.

La prostatectomía radical robótica es una técnica quirúrgica mínimamente invasiva, considerada uno de los métodos más precisos en el tratamiento inicial del cáncer de próstata.

Gracias a la tecnología robótica, se logra mayor control durante la operación, lo que reduce los efectos adversos y mejora la recuperación.

Después de la prostatectomía radical, el postoperatorio suele ser más corto y menos doloroso que con la cirugía abierta. Muchos pacientes recuperan el control urinario y la función sexual más rápidamente, aunque como evoluciones dependerá de como estabas antes de la operación y como haya ido la operación.

La prostatectomía radical, utilizada en cáncer de próstata localizado, ofrece muy buenas tasas de supervivencia a largo plazo. Según estudios clínicos, la supervivencia a 5 años es de aproximadamente el 99 %, a 10 años del 98 %, y a 15 años se mantiene en torno al 93 %. Incluso a 25 años, la supervivencia específica por cáncer sigue siendo alta: 82 %.

La mediana de vida tras la cirugía suele ser de unos 12 años, aunque muchos pacientes, especialmente menores de 70 años, alcanzan una esperanza similar a la de hombres sin cáncer.

En comparación con otras opciones como la radioterapia o la vigilancia activa, la cirugía ofrece una ligera ventaja en supervivencia, sobre todo en pacientes más jóvenes. En cáncer avanzado (metastásico), la supervivencia a 5 años cae al 30–40 %.

Fuentes:

Wikipedia – Prostate cancer (Prognosis): 99 % de supervivencia a 10 años en enfermedad localizada; 30–40 % a 5 años en enfermedad metastásica https://en.wikipedia.org/wiki/Prostate_cancer#Prognosis sciencedirect.com+8en.wikipedia.org+8en.wikipedia.org+8

Wilt TJ et al., NEJM, “Radical Prostatectomy versus Observation for Localized Prostate Cancer” (mediana ~12 años de seguimiento) https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMoa1113162 sciencedirect.com+7pubmed.ncbi.nlm.nih.gov+7auajournals.org+7pubmed.ncbi.nlm.nih.gov+11nejm.org+11urology.wisc.edu+11

Hamdy FC et al., NEJM (ProtecT): https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMoa1606220 journals.sagepub.comurology.wisc.edu+1nejm.org+1

Liu L. et al., J Surg Oncol 2008: supervivencia global a 10 años de 81 % con prostatectomía, vs 60–67 % con otros tratamientos https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/18381603/ pubmed.ncbi.nlm.nih.gov

Pese a que es una intervención totalmente segura, existen ciertos riesgos que tienes que asumir, sobre todo relacionados con la función sexual y urinaria. 

Los principales riesgos que existen son:

  • Incontinencia urinaria: entre el 10 % y el 20 % de los pacientes puede presentar pérdidas persistentes de orina, especialmente al realizar esfuerzos físicos.
  • Disfunción eréctil: afecta al 40–70 % de los hombres tras la cirugía, dependiendo de la edad, salud previa y si se logró preservar los nervios erectores.
  • Complicaciones quirúrgicas generales: incluyen sangrado, infecciones o trombosis venosa profunda, aunque su incidencia es baja.
  • Mortalidad quirúrgica: muy rara, con una tasa inferior al 0,5 %.

Tras someterse al tratamiento del cáncer de próstata, especialmente cuando incluye cirugía como la prostatectomía radical, es normal que surjan dudas y temores.

Muchos hombres llegan a este punto tras una biopsia y varios análisis de sangre como el PSA, por lo que la carga emocional también es significativa. Aquí abordamos algunos de los miedos más frecuentes y lo que realmente ocurre en la mayoría de los casos:

Es normal tener perdidas de orina, pero desde los tres a los once meses se recupera sin ningún problema, hay algunos casos en los que se mantiene la incontinencia pero es en un pequeño porcentaje.

¡Hacer Test de Longevidad!

Si, al principio costará tener la erección y mantenerla, pero con terapia y fármacos, irás recuperando poco a poco la vitalidad en tus genitales, no te preocupes.

La tasa de éxito es de más del 90% es muy raro que te vuelve a aparecer el cáncer, de todos modos se realizan exámenes periódicos para tenerlo controlado, no tienes de que preocuparte.

Sí, según el tipo de deporte que vayas a realizar podrás hacerlo antes o después pero la medía está entre 4 y 8 semanas para retomar la actividad física.

Personas mayores haciendo deporte
  • Edad del paciente: La edad al momento de la cirugía influye directamente; hombres más jóvenes suelen tener mayor esperanza de vida posterior.
  • Estado general de salud: Enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión o problemas cardíacos pueden reducir la supervivencia global, aunque no necesariamente la relacionada con el cáncer.
  • Estadio y grado del tumor (Gleason): Tumores localizados y con bajo puntaje de Gleason tienen mejor pronóstico y menor riesgo de recurrencia.
  • Margen quirúrgico y ganglios linfáticos: Si el cáncer se extirpó completamente y no hay afectación ganglionar, las tasas de curación son más altas.
  • Nivel de PSA postoperatorio:
    Un PSA indetectable tras la cirugía sugiere una extirpación exitosa. Un aumento posterior puede indicar recurrencia.
  • Tipo de tratamiento complementario (si lo hubo): Radioterapia o terapia hormonal pueden usarse si hay riesgo de recaída, y también influyen en la evolución a largo plazo.

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