Platón, invadido de razón, afirmaba que “el tiempo es una imagen móvil de la eternidad” y hoy que empezamos el año 2022 ¿por qué no reinventarnos?
¡Tal vez deberíamos reflexionar y plantearnos hasta aquí hemos llegado! Seguramente un giro copernicano nos sentaría de fábula y, como diría Gandhi “un esfuerzo total es una victoria completa”.
Este es mi verdadero leitmotiv para escribir una fórmula magistral, que narcotice algunas de nuestras pesadillas, en forma de decálogo, que escribo desde lo más profundo de mi alma:
- Rodéate de personas que te enriquezcan de valores, y de aquellos que te aporten vitalidad.
- Renovarse o morir: huye de los ladrones de energía y de gente tóxica, que viven en el seno de las turbulencias.
- Todo se puede conseguir, pero la clave es el pensamiento positivo. Programa tu mente para triunfar en la vida. Recuerda que el cerebro aprende por asimilación y repetición.
- Centra tus fuerzas en tus propósitos del año con objetivos claros y lograrás grandes resultados. Recuerda que detrás de un problema encontrarás una sucesión de oportunidades para sobrevivir.
- Persigue incansablemente tus sueños y confía, porque se convertirán en realidad. Con esfuerzo no hay límites.
- Perseverancia, paciencia y prudencia son las reglas de oro: Ten muy claro que, la disciplina como hábito, es la esencia del éxito.
- No vivas atrapado en los errores del pasado, aprende de ellos y sácale jugo a cada segundo de tu vida: Ya has reiniciado el vuelo.
- Elimina todo sentimiento de culpa, corregir es de sabios. Derriba tu muro de Berlín: Ya estás en un nuevo rumbo.
- Saca todo tu poder interior, haz que emerja esa fuerza que llevas dentro de ti y “llegarás a tocar el cielo de puntillas”. Ha llegado la hora de poner en valor nuestro talento.
- Y vida sana, mente sana: practica ejercicio físico, alimentación orgánica, meditación y entrégate a la oración (más con el corazón que con los labios). Y por supuesto, no pises la línea roja de los conflictos emocionales. Muévete con tacto, mucho tacto.
Practícalo… Te cambiará la vida. Pero si tu planteamiento es el de “mañana empiezo”, no empezarás nunca. Siempre recuerda lo que decía Einstein “no esperes que las cosas cambien, si siempre haces lo mismo”. Si lo ves claro, empieza ipso facto, mantente firme, y parafraseando a San Francisco de Asís, “comienza haciendo lo que es necesario, después lo que es posible y de repente estarás haciendo lo imposible”.
En definitiva, levántate por las mañanas con “espíritu de éxito” y recuerda mi expresión favorita “imaginación al poder”, que simboliza cómo hacer frente a las adversidades habituales de la vida y, por ello, vivo con el entrañable recuerdo de lo que decía Nelson Mandela “soy el dueño de mi destino, soy el capitán de mi alma”.
Nos vemos pronto, muy pronto… en la cúspide de la Excelencia, donde el éxito lo preside todo.
Feliz Año 2022, te deseo lo mejor.
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