Los alimentos afrodisíacos contienen vitaminas, minerales, aminoácidos, oligoelementos y otras sustancias que aportan energía y vitalidad al organismo. Sin embargo, deben ir acompañados de una disposición anímica que propicie una gratificante intimidad en el amor.
El comportamiento afrodisíaco de un alimento podría deberse a la influencia de micronutrientes incluidos en su composición, es decir, sustancias utilizadas para incrementar el deseo sexual, que representa la primera de las cuatro fases de la respuesta sexual humana. El deseo sexual incorpora un importante componente psicológico y es inducido por la hormona testosterona. Desde la antigüedad, tanto el hombre como la mujer han recurrido a preparados naturales, entre ellos plantas, frutas y vegetales, para acrecentar el placer. Los efectos afrodisíacos de estos alimentos podría ser resultado de una composición química y nutrimental diferente de la de aquellos en los que el efecto se encuentra ausente.
Se ha explorado también la posibilidad de que algunos de los alimentos afrodisíacos puedan representar fuentes de dopamina, que es un neurotransmisor catecolaminérgico del sistema nervioso central. Este neurotransmisor participa en la regulación de funciones tan diversas como la comunicación neuroendocrina, la conducta motora, la emotividad y la afectividad. Es decir, puede regular la conducta sexual y se sintetiza a partir del aminoácido tirosina. Otros aminoácidos, como la fenilalanina, la arginina, el triptófano y la histidina, junto con vitaminas como la E, la C y la niacina y minerales como el zinc, pueden influir sobre la respuesta sexual humana.
Por lo general, cuando se consume un afrodisíaco no es solo para aumentar el deseo, sino también para obtener una buena respuesta sexual. No obstante, todo alimento positivo para la salud lo será también para la respuesta sexual. Este criterio se basa en el hecho constatado de que si un individuo no se alimenta de forma saludable podría llegar a padecer enfermedades crónicas y degenerativas con un posible efecto en la actividad sexual. Así, la acción afrodisíaca del alimento podría responder en realidad a un mero efecto placebo. Es probable que los alimentos afrodisíacos se distingan de otros no considerados como tales por un mayor contenido de micronutrientes, como la vitamina E, la niacina y el zinc.
La vitamina E es un antioxidante natural. El aseguramiento de concentraciones séricas adecuadas de esta vitamina liposoluble permite la protección del organismo contra los efectos nocivos del daño por las especies reactivas de oxígeno. La actividad antioxidante de la vitamina E podría incrementar la síntesis de óxido nítrico en el endotelio de los cuerpos cavernosos del pene y el clítoris, aunque ese efecto podrían exhibirlo otros antioxidantes naturales como la vitamina C. Por su parte, la niacina es el precursor de las coenzimas NAD/NADP involucradas en las oxidaciones biológicas en que participan las deshidrogenasas, la cadena mitocondrial de transporte electrónico, la síntesis de importantes macromoléculas biológicas y la reparación del daño producido en la piel por la luz ultravioleta. La participación de estos nutrientes en la respuesta sexual humana, si existe, sería indirecta, y el efecto se asociaría a otros nutrientes que tengan un rol determinante. Llegado a este punto, cabe mencionar el papel del zinc en la actividad sexual del ser humano. Este metal es determinante en numerosos procesos celulares relacionados con la expresión genética, la replicación celular, el crecimiento y desarrollo y la maduración sexual.
También podrían contribuir a la respuesta sexual humana estimulantes como la teobromina (presente en el té y el chocolate) y la cafeína (contenida en el café), históricamente responsables del efecto de tales infusiones en la actividad intelectual y física del ser humano. Es probable que estos nutrientes influyan en el estado afectivo de la persona, a la que predisponen para el desempeño sexual.
Ostras
Los romanos popularizaron el consumo de las ostras y las convirtieron en un manjar imprescindible en sus bacanales. Los celtas las comían con verdadera pasión y el célebre Casanova tomaba 50 ostras al día, como un elemento de sus artes de seducción. Estos moluscos son ricos en dopamina y en omega-3. Sus cualidades afrodisíacas se atribuyen a su alto contenido en zinc, ácido aspártico y aspartato, un componente vital en la producción de testosterona.
Mariscos
Los mariscos se valoran como el alimento afrodisíaco por excelencia. Mejoran la libido y la producción de esperma y están considerados entre los más potentes de estos ingredientes, quizá porque de la espuma del mar nació Afrodita.
Contienen grandes cantidades de zinc, calcio y magnesio necesarios para la contracción muscular que ayuda a regular el impulso sexual. También son ricos en fenilalanina, un aminoácido que ayuda a regular el estado de ánimo. Entre los mariscos más típicos se encuentran las vieiras, las gambas, los camarones, las almejas, los langostinos y la langosta.
Pescados
Según la cultura irlandesa, el arenque es uno de los principales afrodisíacos, además de ser un gran reconstituyente. El salmón tiene un gran poder estimulante de la libido por su alto contenido en proteínas de alta calidad y, además, es rico en omega-3; por lo tanto, es cardiosaludable. El caviar (huevas de esturión) posee un alto contenido proteico y es un estimulante del instinto sexual. Almejas, boquerones, berberechos y mejillones son altamente estimulantes de los sentidos. La aleta de tiburón, plato típico de la comida china, esconde uno de los secretos de la alta fecundidad asiática.
Miel
En la antigua Persia, las parejas bebían aguamiel cada día durante el primer mes de casarse. De ahí viene la expresión «luna de miel». De hecho, en algunas civilizaciones era costumbre regalar a las amantes jarras rebosantes de miel para que sus primeros pasos amorosos estuvieran coronados por el éxito.
La miel es el mayor productor de hormonas sexuales, debido a su alto contenido en vitamina B y C. Incluso Hipócrates recomendaba los dulces hechos con este ingrediente, y el célebre médico árabe Avicena la recomendaba, en la Edad Media, contra la impotencia. Conocida como néctar de Afrodita, es además un poderoso reconstituyente.
Chocolate negro
Los aztecas tomaban en sus ceremonias una infusión de semillas de cacao y ajíes (chiles) que les proporcionaba una gran energía por el contenido de feniletilamida y teobromina. Estas dos xantinas son muy estimulantes y combaten la fatiga, mejoran la circulación sanguínea, revitalizan el sistema nervioso central y elevan el rendimiento sexual. Cuanto más negro sea el chocolate mejor será el resultado. Los flavonoides del cacao ayudan a producir óxido nítrico, un compuesto químico que ayuda a relajar los músculos vasculares del pene y mejora el flujo sanguíneo y, por tanto, la erección.
Almendras
Sansón cortejaba a Dalila con estos exquisitos frutos por su poder afrodisíaco. Las almendras son ricas en grasas esenciales que regulan las prostaglandinas, vitales para la producción de hormonas sexuales y que, además reducen el colesterol. También contienen vitamina E (un gran antioxidante), magnesio y fibra. El aroma de las almendras despierta pasión, hasta tal punto que Alejandro Dumas, autor de El conde de Montecristo, cenaba sopa de almendras cada noche antes de acostarse con su amante.
Sandía
La sandía posee un alto contenido en citrulina y arginina, que disparan la producción de óxido nítrico, un compuesto relajante de los vasos sanguíneos del organismo y mejora la función eréctil. Asimismo, es una gran fuente de licopeno, muy beneficioso para el corazón y la próstata.
Chile
Moctezuma usaba el chile como ingrediente clave en su visita diaria a sus concubinas. La capsaicina es responsable del carácter picante del chile y dispara la liberación de endorfinas cerebrales que hacen sentir cierta euforia y favorecen la excitación, al provocar un «subidón» del estado de ánimo. El calor que genera el chile calienta el cuerpo desde dentro hacia el exterior.
Plátano
El plátano se considera un afrodisíaco por su poder energético y porque, además, es un símbolo fálico por excelencia. Contiene bufotenina, que mejora el estado de ánimo, la confianza y el impulso sexual.
Aguacate
En las cortes de los incas, los aztecas y los mayas, el aguacate era una fruta energética muy utilizada por su valor como estimulante de la libido. Este fruto es rico en nutrientes, ácidos grasos omega-3 y ácido oleico, vitaminas E, B3, B6, B12, D y C, ácido fólico, niacina, biotina, fósforo, magnesio y potasio. Su consumo mejora los niveles de colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL). Los mexicanos consumen el aguacate en un sabroso plato llamado guacamole.
Espárragos
Despiertan la lujuria, hasta el punto que, en Francia en el siglo XIX, en las cenas nupciales se servían a los novios tres platos que estimulaban la libido, según testimonio de Nicholas Culpeper. Además, los espárragos son una gran fuente de tiamina, ácido fólico, potasio, fibra y vitaminas B6, C y A.
Vainilla
La vainilla fue muy utilizada por Madame de Pompadour, amante del rey Luis XV, que la usaba en todo tipo de platos, porque estaba convencida de que aumentaba el flujo sanguíneo de los cuerpos cavernosos del pene. Además, el aroma y el sabor de este ingrediente estimulan la pasión.
Jengibre
El jengibre es un reconocido afrodisíaco por su capacidad de aumentar la circulación y la sensibilidad de las zonas erógenas. Existen tés con este aroma, muy ricos de sabor.
Calabaza
Las semillas de calabaza constituyen un ingrediente perfecto para momentos de pasión. Son ricas en zinc, calcio, potasio, vitaminas y minerales que influyen en la libido, como las vitaminas B, E, C, D y K.
Azafrán
Su poder como afrodisíaco viene del Antiguo Egipto y es capaz de reanimar hasta a «un muerto». El profesor Mássimo Marcome de la Universidad de Canadá ha demostrado sus efectos en la estimulación del placer, y los griegos creían que una dieta rica en azafrán volvía locas a las mujeres, como se pone de manifiesto en los textos de medicina del siglo XVII.
Ginseng
Una planta originaria de Asia, el ginseng ayuda al organismo a producir más óxido nítrico, lo cual relaja el músculo liso cavernoso y refuerza las erecciones. Los chinos y los coreanos lo toman en infusión 15 minutos antes de comenzar su relación amorosa.
Jalea Real
Es un estimulante general del organismo y sus resultados son lentos, pero prolongados.
Canela
La canela es imprescindible en las dietas afrodisíacas, capaz de estimular el deseo sexual y de aumentar la libido. Se considera uno de los mejores remedios estimulantes.
Maca
Los incas utilizaban la maca en sus rituales mágicos. Conocido como el ginseng peruano, este tubérculo contiene macamidas, unos potentes alcaloides que regulan los niveles hormonales y multiplican la energía sexual. Es muy rico en zinc y cobre, que favorecen la fertilidad al mejorar la anorgasmia.
Pasas
Tienen propiedades energizantes y contienen altas dosis de arginina, un aminoácido que aumenta la libido. En el antiguo Egipto se utilizaba un remedio afrodisíaco preparado con miel y pasas.
Higos
Los dibujos egipcios muestran a sus faraones con collares de higos alrededor del cuello. Estos frutos eran el alimento favorito de Cleopatra. Muchas culturas los asociaban con la fertilidad, y desde la antigüedad están considerados como un alimento sensual. Además, tienen alto contenido en nutrientes y fibra.
Berros
Los romanos utilizaban los berros como afrodisíacos porque estimulan la mente.
Rúcula
Muy utilizada como remedio afrodisíaco, como ya relataba el poeta Ovidio, la rúcula era una planta consagrada a la lujuria por el famoso médico romano Marcellus Empiricus, que se la recetaba a todos sus pacientes importantes. En ello seguía los principios publicados en su formulario De medicamentis empirilis, physilis, et rationabilibus. El secreto de la rúcula es su rico contenido en triptófano, un aminoácido precursor de la serotonina, neurotransmisor que interviene en el estado de ánimo.
Polen
El polen es uno de los mejores afrodisíacos por su influencia en la producción de esperma. Lo ideal es ingerirlo en ayunas en forma de granos.
Cardamomo
Los aromáticos granos del cardamomo tienen propiedades afrodisíacas y estimulantes. Este ingrediente actúa principalmente por estimulación del sistema nervioso. Contiene zinc, constituyente de las células sexuales, que aumenta la libido.
Trufa
Ya en las antiguas Grecia y Roma se consideraba que la trufa era afrodisíaca. Estimula y sensibiliza la piel cuando se toca, y emite un aroma irresistible para la persuasión femenina. Tanto la trufa blanca como la negra despiertan la lujuria y el deseo.
Horchata y chufa
Tienen propiedades afrodisíacas por su alto contenido en zinc.
Yohimbina
La yohimbina es un alcaloide que se extrae del yohimbe, un árbol que crece en el Zaire y Camerún. Contiene sustancias que aumentan el flujo sanguíneo de la zona genital, lo cual ayuda a mejorar la fuerza y la calidad de la erección y la eyaculación. Su consumo debe realizarse con precaución, por sus efectos adversos.
Hinojo
Es una planta aromática a la que se atribuye capacidad de fomentar el vigor sexual. En algunas regiones mediterráneas se considera un buen estimulante.
Mandrágora
En el Génesis, Raquel le pide a Lía que le busque mandrágora para curar su esterilidad.
Avena y cebada
La avena y la cebada poseen un alto poder energético, por lo que resultan adecuadas para el tratamiento de la falta de libido en personas que trabajan mucho, que están cansadas por la noche y tienen pocas ganas de hacer el amor. También son recomendables para personas que se fatigan fácilmente.
Lentejas
Al ser muy ricas en zinc, mejoran la libido.
Ajo
Rico en vitamina B y C, el carácter afrodisíaco del ajo se encuentra en su aceite volátil, que provoca el calentamiento del cuerpo. Aumenta la energía vital y la potencia sexual, contribuye a mejorar el flujo circulatorio en el área genital y produce un enzima responsable del mecanismo de erección.
Especias picantes
Además de su delicado aroma, las especias picantes aportan un sabor y virtudes claramente afrodisíacas. Aumentan el potencial deseo. Entre las especias estimulantes más destacadas figuran las siguientes: nuez moscada, comino, pimienta, curry, cilantro, azafrán, canela, jengibre y clavo de olor.
Cantaridina
Utilizada habitualmente por el marqués de Sade, la cantaridina, tomada en dosis moderadas, produce erecciones prolongadas en el hombre y furor uterino en la mujer.