Cada 14 de febrero es el Día Europeo de la Salud Sexual y desde el Instituto Europeo hemos preparado una serie de artículos, entrevistas y publicaciones relacionados con este tema. Hoy tratamos las 8 claves para tener una salud sexual saludable.
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Utiliza protección – sexo seguro
En numerosos casos la gente tiene presente la protección solamente para prevenir embarazos no deseados, pero las enfermedades de transmisión sexual (ETS) son una realidad que va en aumento cada año. Tal y como señala la Organización de las Naciones Unidas (ONU, 2019), “cada día se producen más de un millón de nuevas infecciones de ETS”.
Estas enfermedades no tienen por qué presentar síntomas aparentes, además, pueden afectar a todo el cuerpo y son más comunes de lo que muchos piensan. De hecho, “1 de cada 4 personas contraerá una infección de transmisión sexual antes de dejar el instituto” (Durex, 2019). Basta solamente con tener relaciones con la persona contagiada una vez para que se transmita.
Si quieres saber más sobre las ETS puedes seguir leyendo aquí.
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Conoce lo que te gusta
Para disfrutar plenamente de tu sexualidad es importante conocerse, saber qué te gusta. En definitiva, conocerse a uno mismo. Como señala Deulofeu (2017), “todos vivimos y expresamos nuestra sexualidad de manera diferente” y esto dependerá de la edad, el entorno de la persona, el sexo, el género y la forma de ser de cada uno.
Lo principal es aceptarse y quererse tal y como uno es. Cada persona es única, no debes dejarte llevar por lo que dicte la norma si no en cómo te sientes tú. Busca la forma en la que sientas que estás a gusto contigo mismo, ya que el género está en “cómo siente y decide, cada persona, a qué genero pertenece”, no en sus genitales (Deulofeu, 2017).
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Comunícate con la otra persona
Una vez sabes lo que te gusta y cómo te gusta, es hora de transmitirlo a tu pareja sexual. Y es que la comunicación es la otra gran clave de una relación sexual satisfactoria. Recuerda que no todo el mundo necesita lo mismo, ni de la misma forma, por este motivo, no está de más preguntarle a la otra persona cuáles son sus gustos y preferencias.
A veces cuesta hablar de ello, pero si estás nervioso o preocupado, lo mejor es tratarlo con la mayor naturalidad posible. Finalmente es para el beneficio de ambos y no hay nada de lo que avergonzarse.
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Adecuada higiene íntima
Para garantizar una adecuada salud sexual es fundamental tener unas medidas de higiene básicas, tanto en hombres como en mujeres. La BBC (2020) recomienda el aseo diario de los genitales con agua tibia en el caso de los hombres, prestando bastante atención si no están circuncidados ya que, si se acumula suciedad puede “convertirse en el entorno ideal para la reproducción de bacterias”. De hecho, desaconsejan utilizar demasiado gel, con el agua sería suficiente, pero, en caso de usarlo, debe ser uno no perfumado para así “reducir el riesgo de irritación cutánea”.
En cuanto a la higiene vaginal, la BBC (2020) destaca la importancia de que la vagina se mantiene limpia sola con la ayuda del flujo vaginal, por lo que no es necesario toallitas ni duchas especiales, ya que “muchas bacterias dentro de la vagina están ahí para protegerla”. La parte externa de los genitales femeninos, la vulva, sí que se puede limpiar con productos especiales para esta área, pero se debe evitar la tendencia actual de perfumar esa zona con desodorantes, jabones con olor o colonias. Esto solamente “favorece la irritación de la piel y la hace más vulnerable frente a posibles agresiones bacterianas”.
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Información de calidad
Es habitual tener preguntas en cuanto a determinados temas, pero lo principal es resolverlas con un especialista. Cada persona es diferente y no se puede generalizar en función de lo que nos dice nuestro amigo o familiar.
Para estar bien informado sobre qué es lo que necesitamos o cómo podemos solucionar un problema de salud sexual es esencial hablar con un experto en el área en cuestión y que trate tu caso concreto.
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Conoce tu cuerpo
Es importante conocer cómo puede cambiar el cuerpo a lo largo de la vida, para saber qué esperar. Cuando hablamos de cambios en el cuerpo, están presentes principalmente dos etapas de la vida: la adolescencia y el comienzo de la vejez.
En el caso de los hombres, los principales cambios físicos surgen entorno a los niveles de testosterona. Estos afectan tanto a la función sexual, como a su energía, su masa muscular, su masa grasa, la voz, la densidad ósea… Además, cabe señalar que “la respuesta sexual de un hombre comienza a desacelerarse después de los 50 años”, aunque también influye su salud y su actitud frente a ello (Healthwise, 2021).
En el caso de las mujeres, la mayoría de los cambios físicos también depende de las hormonas, concretamente de los estrógenos. El primer gran cambio viene con la primera regla (aumento de la cantidad de pelo, ensanchamiento de caderas, desarrollo del pecho, más grasa corporal…) y el segundo con la menopausia, que puede conllevar a la disminución de la lívido, mayor sequedad vaginal y orgasmos menos intensos (Deulofeu, 2017).
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Disfruta del camino
Las relaciones sexuales están muy estigmatizadas y muy centradas en su culminación con el clímax. Por supuesto que le damos importancia, pero a menudo existe una gran presión por alcanzarlo y se olvida disfrutar del proceso. Por lo que queremos recordar que el acto sexual no siempre tiene que culminar con el clímax, se puede disfrutar plenamente sin conseguirlo, al igual que se puede alcanzar sin la penetración.
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Acude a revisiones
Las revisiones son de gran importancia para tener una buena salud sexual. Tanto hombres como mujeres deben acudir a revisiones anuales para comprobar que todo está en orden. En el caso de los hombres se recomienda una vez al año y en el caso de las mujeres, en términos generales, se recomienda una primera revisión ginecológica en la adolescencia, no tiene por qué ser tras haber mantenido relaciones sexuales, se puede acudir antes. A partir de ahí, depende de la paciente, de su edad y su historia clínica, pero de forma orientativa, lo ideal es realizar una revisión anual (Palacios, 2017).
Queremos recalcar que la salud sexual es un estado completo de bienestar no solo físico, sino también mental y social y no implica solamente la ausencia de enfermedades (Ávila Díaz, Hernández González y Mitjans Hernández, 2021).
Fuentes:
Ávila Díaz, D., Hernández González, E. A., y Mitjans Hernández, D. (2021). La salud reproductiva desde la medicina familiar. In I Jornada Virtual de Medicina Familiar en Ciego de Ávila. Obtenido en https://mefavila.sld.cu/index.php/mefavila/2021/paper/view/166/144.
BBC (2020). 8 hábitos de higiene para hombres y mujeres antes y después del sexo. Obtenido en https://www.bbc.com/mundo/noticias-54541337.
Deulofeu, G. (2017). La salud sexual: claves para disfrutar de unos hábitos sexuales sanos y placenteros. Obtenido en http://salutsexual.sidastudi.org/resources/inmagic-img/DD46927.pdf.
Durex (2019). Estas son las ETS más comunes. Obtenido en https://www.durex.es/blogs/ets/ets-mas-comunes.
Healthwise (2021). Sexualidad y cambios físicos con la edad. Obtenido en https://www.cigna.com/es-us/individuals-families/health-wellness/hw/temas-de-salud/sexualidad-y-cambios-fsicos-con-la-edad-hw159186.
ONU (2019). Más de un millón de infecciones de transmisión sexual al día. Obtenido en https://news.un.org/es/story/2019/06/1457261.
Palacios, S. (2017). ¿Por qué es tan importante acudir a las revisiones ginecológicas? Instituto Palacios. Salud de la Mujer. Obtenido en https://institutopalacios.com/tan-importante-acudir-las-revisiones-ginecologicas/.
