El Alzheimer es una enfermedad muy común en nuestra sociedad actual. De hecho, en España más de un millón de personas la sufren. En este artículo la tratamos más en profundidad respondiendo a las cuestiones más comunes sobre ella.
¿Cuáles son los primeros síntomas?
Al alcanzar una edad avanzada es normal olvidar ciertos detalles de forma ocasional, pero el Alzheimer va mucho más allá. Las graves pérdidas de memoria, la confusión y demás cambios notables en la mente, pueden ser un indicador de que algo no está bien. Los síntomas de la enfermedad de Alzheimer a menudo se confunden con el envejecimiento normal, pero hay algunas diferencias clave. Las personas con Alzheimer pueden tener problemas para recordar cosas que sucedieron recientemente, mientras que las personas mayores pueden tener problemas para recordar cosas que sucedieron hace mucho tiempo.
Según la Alzheimer’s Association (2018) de Chicago, el Alzheimer es un tipo de demencia cuyos principales trastornos están relacionados con la pérdida de memoria y los cambios en el comportamiento y los pensamientos de la persona. Esto quiere decir que, no constituyen solamente un problema cognitivo, sino también hay síntomas conductuales y psicológicos, tal y como indican Romero y Garrido (2018).
Los síntomas de la enfermedad de Alzheimer suelen aparecer gradualmente y empeoran con el tiempo. El más conocido es la pérdida de memoria y el tener problemas para recordar cosas recientes como nombres, fechas o eventos. Si hablamos de síntomas conductuales, los más comunes son la agresión o agitación, la resistencia a que les cuiden, “los comportamientos sexuales inapropiados y las reacciones catastróficas (enfado, agresividad verbal y física).
En cuanto a los síntomas psicológicos los que más se repiten son los delirios (sobre todo el de persecución), las alucinaciones (principalmente las visuales), las identificaciones erróneas, la depresión, la ansiedad y la apatía (más del 50% de prevalencia). Además, las personas con Alzheimer pueden tener problemas para concentrarse, tomar decisiones o resolver problemas.
Por regla general, los síntomas se desarrollan lentamente y, con el paso del tiempo, van empeorando. Llega un momento en el que alcanzan tal punto que no permiten al enfermo realizar las tareas más básicas. El primer síntoma que puede indicarnos que se padezca Alzheimer es el conflicto que supone el tratar de recordar información que se ha aprendido recientemente. Esto es debido a que primero afecta al área del cerebro centrada en el aprendizaje (Alzheimer’s Association, 2018).
Otros síntomas que van apareciendo según la enfermedad avanza son la desorientación, cambios de humor, el olvidar fechas, horas y sitios, la sospecha de que algún cuidador o familiar trama algo contra él o ella misma. Y, por último, la dificultad incluso para poder hablar, tragar los alimentos o andar, que hace que no se puedan valer por sí mismos y sean totalmente dependientes (Alzheimer’s Association, 2018).
¿Cuánto tiempo se puede vivir con Alzheimer?
De la misma manera, los casos de Alzheimer son más comunes en mujeres que en hombres. Pero, cabe destacar que, esto es debido a que, por regla general, las mujeres viven más años. Además, son también los casos más comunes en personas que han padecido anteriormente enfermedades del corazón, TEC o síndrome de Down.
Por lo que, la duración desde que se detecta la enfermedad hasta que la persona fallece puede variar bastante. Depende de la edad y de si se han tenido enfermedades previas que favorezcan su desarrollo, entre otras cosas. Según Donoso (2003), hay personas que fallecen a los 4 años y otros que viven más de 12, pero la media es de 7 a 8 años.
Probabilidades y factores de riesgo del Alzheimer
Las probabilidades de sufrir Alzheimer aumentan con la edad. Como indica Donoso (2003), antes de los 50 años solo la padecen algunas excepciones, alrededor de los 60 años las probabilidades se encuentran entre 1-2% y con 70 años son entre el 3-5%. Sin embargo, para las personas de 80 años aumentan en un 15-20% y de los mayores de 85 años lo sufren un tercio de los mismos.
De la misma manera, los casos de Alzheimer son más comunes en mujeres que en hombres. Pero, cabe destacar que, esto es debido a que, por regla general, las mujeres viven más años. Además, son también los casos más comunes en personas que han padecido anteriormente enfermedades del corazón, TEC o síndrome de Down.
La causa de la enfermedad de Alzheimer aún no se conoce, pero se cree que es el resultado de una combinación de factores genéticos y ambientales. Los factores de riesgo incluyen: edad (es más común en las personas mayores de 65 años), historia familiar (las personas que tienen familiares cercanos con Alzheimer tienen un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad), las personas con hipertensión, colesterol alto, diabetes, obesidad, lesiones en la cabeza o actividad física insuficiente tienen un mayor riesgo de desarrollarla. Asimismo, el tabaquismo aumenta el riesgo de desarrollar Alzheimer.
¿Cuánto tiempo se puede vivir con Alzheimer?
La duración de la vida con la enfermedad de Alzheimer varía de una persona a otra. La duración de la vida con Alzheimer depende de una serie de factores, incluyendo la edad del paciente, la gravedad de la enfermedad y la presencia de otras enfermedades crónicas.
Al ser una enfermedad progresiva, las personas con Alzheimer pueden experimentar una mayor pérdida de memoria, problemas de pensamiento, cambios de comportamiento y dificultades para realizar las actividades de la vida diaria. En la etapa más avanzada de la enfermedad, las personas con EA pueden necesitar atención las 24 horas del día.
Por lo que, la duración desde que se detecta la enfermedad hasta que la persona fallece puede variar bastante. Depende de la edad y de si se han tenido enfermedades previas que favorezcan su desarrollo, entre otras cosas. Según Donoso (2003), hay personas que fallecen a los 4 años y otros que viven más de 12, pero la media es de 7 a 8 años.
¿Cómo se trata el Alzheimer?
La enfermedad de Alzheimer es “la causa más frecuente de demencia y uno de los principales problemas de la salud pública” (Garzón Patterson y Pascual Cuesta, 2018). Esto se debe a que su repercusión no solo afecta a los pacientes, sino que tiene grandes repercusiones también sobre la vida de la familia, el sistema de atención sanitaria y la sociedad en general. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2020) la ha incluido entre las seis afecciones con prioridad en relación a la salud mental.
Actualmente no existe tratamiento que pueda curar la demencia o revertir su evolución, pero sí hay numerosas terapias que se están investigando y se encuentran en diferentes etapas de los ensayos clínicos. En cambio, sí que hay intervenciones que pueden favorecer la vida de las personas con Alzheimer (OMS, 2020).
Su tratamiento no trata solamente en la toma de fármacos, sino también en estimular a la persona a que realice actividades para así optimizar su salud física y bienestar. Además, los fármacos son principalmente para tratar los cambios de humor y de conducta y para mejorar sus capacidades cognitivas.
Cabe destacar que el tratamiento del Alzheimer incluye orientación a las familias, ya que “la mayoría de los cuidadores de personas con demencia son familiares” (OMS, 2020). Además, esta enfermedad causa mucha angustia y desconcierto a los mismos y, una mala reacción por su parte puede afectar gravemente al paciente y aumentar sus trastornos de conducta. Por este motivo, es necesario que se les educe en cómo actuar.
Sufrir pérdidas de memoria no es sinónimo de Alzheimer
El sufrir pérdidas de memoria no quiere decir que se padezca de Alzheimer, puede haber otras causas. Por lo que, si tiene este problema, acuda a un médico que le ayude a determinar el motivo de sus síntomas.
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Fuentes:
Alzheimer’s Association (2018). What is Alzheimer’s Disease?
Donoso, A. (2003). La enfermedad de Alzheimer. Revista chilena de neuro-psiquiatría, 41, 13-22.
Garzón Patterson, M. y Pascual Cuesta, Y. (2018). Relación entre síntomas psicológicos-conductuales de pacientes con enfermedad de Alzheimer y sobrecarga percibida por sus cuidadores. Revista Cubana de Enfermería, 34(2).
Romero, A. P. y Garrido, S. G. (2018). La importancia de los síntomas psicológicos y conductuales (SPCD) en la enfermedad de Alzheimer. Neurologia, 33(6), 378-384.
OMS (2020). Demencia. Datos y cifras.
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