En 2017, el 15% de la población española sufría dermatitis atópica. Es una enfermedad caracterizada por un fuerte picor y lesiones en la piel, cuyo número de casos aumenta con el paso de los años. Aunque dependiendo del lugar geográfico donde se viva su prevalencia varía.
Dermatitis: causas
La dermatitis atópica suele darse por primera vez en los primeros años de vida. De hecho, los síntomas, en el 60% de los casos aparecen con 1 año, en el 85% de las veces antes de los 5 años y en menos de la mitad de las ocasiones (40%) desaparece antes de la edad adulta.
El síntoma principal son las lesiones cutáneas, que suelen aparecer en pieles secas y su ubicación en el cuerpo cambia con la edad. Además, tienen lugar en brotes y suelen ir relacionados con antecedentes familiares, en un gran número de casos. Estas lesiones pueden variar en su forma y distribución, lo que más influye es la edad de la persona que la padece. Estas pueden ser agudas, subagudas o crónicas (Ricardo Alonso, et al).
Estadísticamente hablando, las mujeres tienen más posibilidades de sufrirla que los hombres. Asimismo, la edad en la que la madre da a luz también influye, ya que cuanto mayor sea, mayor es el riesgo de que el hijo la padezca.
Dermatitis: tipos
Aunque una de las más comunes en la población es la dermatitis atópica, existen también otros tipos de gran importancia:
- Dermatitis seborreica: afecta sobre todo al cuero cabelludo y zonas de piel grasa, como la nariz, orejas, párpados… se produce principalmente enrojecimiento, descamación y manchas.
- Dermatitis herpetiforme: es más frecuente en personas con intolerancia al gluten, es decir, celíacos. Sus características son la aparición de pequeñas ampollas cuya sensación es de un intenso ardor.
- Dermatitis ocre: sucede en las personas que no pueden enviar de forma efectiva la sangre a las piernas o tobillos. Aparece una mancha marrón en esas zonas por la acumulación de la sangre.
- Dermatitis alérgica: se manifiesta en forma de ampollas y enrojecimiento de la piel que haya estado en contacto con objetos o sustancias irritantes, como podría ser, por ejemplo, la cosmética.
- Dermatitis exfoliativa: se caracteriza por una grave inflamación en la piel en zonas grandes del cuerpo, como podrían ser los brazos, las piernas o el pecho. Se da una descamación y enrojecimiento de la zona.
Dermatitis: tratamiento
Actualmente, en el caso de la dermatitis atópica, no hay una cura como tal para la desaparición de la enfermedad por completo. El tratamiento se dirige a “reducir la agresividad de las erupciones, aliviar al paciente y mejorar su calidad de vida” (ISanidad).
En líneas generales, para todos los tipos de dermatitis, los especialistas recomiendan la aplicación de cremas, champús o pomadas, dependiendo del caso. El tipo de dieta también influye y en algunos casos incluso el hacer reposo es recomendable.
En definitiva, dependiendo de cómo sea la lesión, la zona y la edad del paciente, se implementará un tipo de tratamiento u otro. Lo esencial es acudir cuanto antes a un dermatólogo para que busque el procedimiento indicado para su caso.
Fuentes:
ISanidad (2017): La dermatitis atópica alcanza ya al 15% de la población.
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